Hoy el rezo del Rosario, rezado por el Papa en la Basílica de Santa María la Mayor de Roma; Mañana será la jornada de oración y ayuno por la paz en Oriente Medio y en todos los lugares escenario de conflictos, en el aniversario del ataque de Hamás a Israel, que desencadenó la guerra que devastó Gaza y se extendió al Líbano. Esta es la iniciativa lanzada el 2 de octubre por el Papa Francisco durante la misa de apertura del Sínodo de los Obispos, que se desarrolla en el Vaticano.
«Cada día la locura de la guerra se extiende por el mundo, involucrando a decenas y decenas de pueblos y lugares, a menudo olvidados. No debemos cansarnos de pedir un cese inmediato del fuego, de orar y ofrecer nuestro trabajo para que el odio deje lugar al amor, la discordia a la armonía de las miradas», subrayó Emiliano Manfredonia, presidente de la ACLI.
«Es hora de detener la locura de la guerra: cada uno está llamado a hacer su parte, cada uno es artífice de la paz», afirmó Pierangelo Milesi, delegado de paz de la ACLI nacional.
Durante el Sínodo que se desarrolla en el Vaticano «muchas intervenciones hablaron de paz y de guerra», se informó en la rueda de prensa diaria en la sala de prensa vaticana. «Más de un delegado – dijo a los periodistas Sheila Leocádia Pires, secretaria de la Comisión de Información del Sínodo – propuso hacer un llamamiento urgente a la paz en nombre de todo el Sínodo». Otros han destacado que «las palabras del Papa sobre la paz no siempre se entienden. Hubo aplausos cuando hablamos de la necesidad de denunciar todo fundamentalismo y tráfico de armas, porque cuando se lanzan misiles alguien se enriquece».
Del Sínodo se desprende también que «para la paz, además de la oración, es necesaria la denuncia», informó el secretario de Comunicación.