Ansaldo Nucleare, filial de Ansaldo Energia, está decidida a seguir el camino de los pequeños reactores modulares, reactores modulares de fisión nuclear de pequeño tamaño, de unos 300 megavatios. La número uno de la empresa, Daniela Gentile, lo reiteró en una audiencia reciente. «Los SMR representan una solución concreta a medio plazo. Son una evolución de las tecnologías nucleares existentes y un modelo de negocio innovador que combina el componente eléctrico de la energía nuclear con la energía térmica para apoyar la descarbonización de industrias intensivas en energía cuyos procesos no pueden electrificarse completamente”.
El eje con Enel sobre los minirreactores
En este frente, a medio plazo, la empresa ya está trabajando en colaboración con otras empresas, entre ellas Enel, para identificar la mejor solución tecnológica que pueda permitir una implementación inicial con un horizonte temporal a partir de los primeros años de la próxima década.
El paso de los reactores de cuarta generación
A esta generación de SMR (refrigerados por agua), explicó Gentile en la audiencia, le seguirán, a partir de 2040, reactores de IV generación que podrán funcionar a temperaturas y eficiencias más elevadas con combustible a partir del gastado, cerrando el ciclo. y reducir la cantidad de residuos radiactivos que deben eliminarse y, con suerte, a partir de 2050 completar el relevo con la producción de electricidad a partir de fusión nuclear.
El proyecto Alfredo
En este frente, Ansaldo Nucleare inició su camino de desarrollo en 2006 sentando las bases del reactor Alfred, el primer demostrador del Lead Cooled Fast Reactor (reactor de plomo líquido refrigerado), concebido y gestionado por una comunidad paneuropea construido en Rumanía por el consorcio Falcon (Ansaldo Nucleare, Enea e Instituto Rumano de Investigación Nuclear), con la colaboración del organismo de investigación belga SCK-CEN y que en junio de 2024 fue presentado a la Alianza Industrial Europea Smr.
Los beneficios asociados a la nueva energía nuclear
A continuación, el director general se centró en una estimación de los beneficios derivados de la nueva energía nuclear: las empresas italianas activas en este segmento (unas 70) representaron alrededor de 4.000 millones de euros de facturación y 1.300 millones de euros de valor añadido en 2022 y alrededor de 13.500 empleados: la parte atribuible a la energía nuclear asciende a 457 millones de euros y 161 millones de valor añadido, con aproximadamente 2.800 empleados.