Es la primera vez que Mirom Menen trabaja con una calle de clasificación, aunque cada vez hay más demanda de un punto de residuos de este tipo para nuevas parcelas. «No es fácil entrar o girar en todas partes, por lo que tenemos algunos problemas con nuestra clásica recogida puerta a puerta. Con una calle de clasificación así queremos ver si es una de las soluciones para el futuro».
La nueva calle de clasificación cuesta 100.000 euros, la mitad de los cuales subvenciona OVAM.