Un revés financiero para la construcción de la línea de Baja Sajonia. A pesar de años de lobby, la posible llegada de la ruta ferroviaria parece sobre todo una oración interminable. Un repaso sobre un proyecto de infraestructura popular que no se llevará a cabo por el momento.
Un impulso. El rey mencionó la línea de Baja Sajonia en su discurso desde el trono, lo que generó un rayo de esperanza entre los defensores de la ruta del tren. Pero ¿cuánto vale ese mensaje ‘esperanzador’? El Secretario de Estado Chris Jansen (PVV) volvió a frustrar todas las expectativas.
Esta mañana anunció que tanto la línea de Baja Sajonia como la línea Lely son considerablemente más caras de lo esperado. Para esta última conexión entre Groningen y Randstad se han reservado “sólo” 3.000 millones, mientras que para la construcción de la variante favorita se necesitan 13.800 millones.
El gobierno puede contar con 85 millones de euros para la línea de Baja Sajonia, aunque tampoco se acerca a los costes reales: 1.700 millones. Un trago amargo para los defensores, porque la conexión, a diferencia de la línea Lely, atraviesa nuestra provincia. La nueva vía debe conectar directamente Enschede y Groningen. En parte sobre las vías existentes, la parte que falta (Emmen – Musselkanaal) aún debe construirse.
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