El ministro de Hacienda de Argentina, Milei, promete eliminar el déficit fiscal en 2025


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El presidente libertario de Argentina, Javier Milei, ha anunciado que pretende eliminar por completo el déficit presupuestario el próximo año, redoblando sus promesas de disciplina fiscal a pesar de la recesión.

Milei convirtió el discurso anual sobre el presupuesto, normalmente un evento rutinario manejado por el ministro de Economía, en una transmisión en vivo a nivel nacional desde el Congreso, mientras busca conseguir apoyo público para su administración de nueve meses en medio de una creciente presión para aumentar el gasto y una caída en sus índices de popularidad.

La propuesta, que aspira a un superávit equivalente al 1,3% del PIB antes del pago de intereses en 2025, también hace ambiciosas proyecciones de una recuperación económica y una marcada desaceleración de la inflación. Pronostica un crecimiento del 5,0% el próximo año, tras una contracción prevista del 3,8% este año. También prevé que los precios aumenten sólo un 18,3% en el año calendario 2025 tras una inflación prevista del 122,9% este año.

“Después de años de que la clase política maniatara las libertades individuales, hoy estamos aquí para maniatar al Estado”, dijo Milei en un Congreso semivacío, en medio de las críticas de la oposición, que muchos de ellos se abstuvieron de acudir, y del ferviente aplauso de sus partidarios.

“La decisión es de ustedes”, dijo a los legisladores en un discurso de 43 minutos. “Los ciudadanos decidirán si los colocan en la avenida de los justos o en la esquina de las ratas miserables que apuestan contra el país”.

Los enfrentamientos con los legisladores han sido intensos en los últimos días. El gobierno defendió con éxito su veto a una ley de aumento de las pensiones que amenazaba su programa de austeridad, que hasta el momento ha generado un superávit primario del 1,4 por ciento del PIB hasta julio. Poco después, se aprobó una ley para impulsar el gasto universitario, lo que llevó a Milei a prepararse para otro veto.

“La raíz del déficit de Argentina está en el insaciable apetito de gasto de los políticos”, dijo Milei. “Debemos honrar el esfuerzo titánico que hicieron los argentinos. Vetaremos cualquier proyecto que ponga en riesgo el equilibrio fiscal”.

Subrayando su compromiso con la disciplina fiscal, la propuesta presupuestaria incorpora cláusulas que ajustarían los ingresos y los gastos para cumplir con la promesa de déficit cero en caso de que el crecimiento económico real se desvíe de las proyecciones.

Antagonizar a los legisladores ha sido una piedra angular de la estrategia de Milei desde el principio. Rompiendo con la tradición, pronunció su discurso inaugural en las escaleras del Congreso, dándole la espalda a los legisladores, una acción simbólica en un país donde los presidentes suelen pronunciar sus discursos inaugurales en el interior de las cámaras.

“El presupuesto es el corazón del programa económico de Milei y también su principal desafío político”, dijo Lucas Romero, quien dirige la consultora política argentina Synopsis. “Ha tratado de compensar su debilidad parlamentaria con una estrategia de ‘hacerse público’: apelar directamente a la gente para presionar al Congreso a aprobar leyes”.

Milei también pidió a las administraciones provinciales que emulen sus recortes de gasto, insistiendo en que eran necesarios recortes adicionales de 60.000 millones de dólares a nivel provincial.

“Se trata de un presupuesto que pretende reforzar el ordenamiento fiscal como piedra angular del programa”, afirmó el economista Fernando Marull. “Es un paso positivo y pretende seguir en la misma línea que hasta ahora”.

Milei, economista, asumió el cargo en diciembre pasado prometiendo rescatar a Argentina de décadas de mala gestión mediante un estricto control del gasto y una reducción drástica del endeudamiento. Sin embargo, el país se hundió en una recesión técnica a principios de este año y, si bien hay débiles signos de recuperación en algunos sectores, la desaceleración económica general continúa sin cesar.

“El talón de Aquiles de cualquier programa de austeridad es la tolerancia social”, afirmó Romero. “¿Han caído en picado los índices de aprobación de Milei? No, pero la tendencia a la baja es inconfundible. Para que pueda revertir esta tendencia, es crucial que la recuperación económica se haga visible más pronto que tarde”.



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