Al final, la alimentación por sonda se reduce, pero a la mañana siguiente sigue siendo demasiado alta, señala Jeroen. “El especialista escribe entonces: ‘Por ahora no se puede hacer nada más’. Según el protocolo, deberían haber dejado de alimentarse. La sonda debería haber sido succionada en lugar de alimentada, pero aparentemente nadie se dio cuenta”.
error fatal
Y entonces se comete un error fatal, continúa Jeroen. “Una enfermera en formación aumentó la alimentación por sonda sin el permiso de un gerente porque no pudo encontrar en el expediente por qué se había reducido”.
Durante esos cinco días, Irene permaneció sentada casi continuamente junto a la cama de René y vio a su marido deteriorarse cada vez más. “Dije que quería dormir con él esa noche, pero él dijo: ‘No, no lo hagas. Entonces tú tampoco dormirás bien'”.
Si no la hubiera escuchado, piensa ahora. “A la mañana siguiente recibí una llamada de una enfermera. ‘Su marido está muy mal’, me dijeron. Cuando le pregunté si debía avisar a mis hijos, me dijo que yo misma debería saberlo”, cuenta Irene. Junto con su hijo mediano y su nuera, que pueden venir enseguida, acude corriendo al hospital. “Mi hijo me dijo en el auto: ‘Es un gran tipo. Papá es fuerte, así que ya veremos'”.
Sábana blanca
El departamento está inquietantemente tranquilo y desierto. “El equipo al lado de su cama estaba en la entrada de su habitación y la cortina estaba corrida”. Los tres entran rápidamente en la habitación, pero cuando corren la cortina juntos, ven que René ya ha muerto. “Estaba incluso bajo una sábana blanca, pero no había nadie que pudiera atraparnos”.
René fue encontrado junto a su cama esa mañana en un charco de vómito, según le cuentan a Irene las enfermeras. Según el médico forense, murió por aspiración masiva (cuando entran líquidos en las vías respiratorias o los pulmones), lo que le provocó un paro cardíaco.
“El expediente muestra que hubo pocas consultas entre médicos y enfermeras. Varios protocolos no se siguieron, lo que parece indicar una cultura departamental”, afirma Jeroen.
Su madre lo apoya. “No recuperaremos a René con esto, pero queremos que se reconozcan los errores cometidos. Los especialistas siguen restándoles importancia o incluso negándolos. Debemos aprender de este caso, para que, con suerte, otra familia nunca tenga que pasar por esto”.