El lunes 18 de junio, Justin Timberlake fue arrestado en Sag Harbor, Nueva York, después de conducir en los Hamptons en “estado de ebriedad”, según la policía. Se había saltado una señal de stop con su BMW y no podía mantenerse en el carril, y además se había negado a someterse a una prueba de alcoholemia. La demanda estaba desestimada, la sentencia no estaba clara. Ahora parece que volverá a escapar con un ojo morado.
El veredicto se dará a conocer el 13 de septiembre.
Se dice que Timberlake llegó a un acuerdo con el tribunal, según una fuente de Associated Press. Se dice que el cantante de 43 años aceptó declararse culpable de un delito menos grave que el cargo original de conducir en estado de ebriedad, lo que vería reducida su sentencia. Sin embargo, aún no se sabe exactamente de qué se declara culpable ni a qué castigo se enfrentará (¿multa? ¿pérdida del permiso de conducir? Y, en caso afirmativo, ¿por cuánto tiempo?). Sabremos más el viernes 13 de septiembre, cuando la intérprete de “Sexy Back” se presente personalmente en la sala del tribunal para testificar y anunciar el veredicto.
La información privilegiada sobre el acuerdo de culpabilidad y la reducción de la sentencia proviene de una persona que se dice que está familiarizada con los detalles del acuerdo pero que no está autorizada a hablar de ello públicamente y, por lo tanto, desea permanecer en el anonimato.
¿Qué pasa con el arrepentimiento?
Si bien el abogado de Timberlake, Edward Burke, se negó a comentar a la prensa los detalles del juicio, la oficina del fiscal de distrito del condado de Suffolk, Ray Tierney, confirmó que Timberlake asistirá al juicio el viernes 13 para testificar.
¿Y qué pasa con su remordimiento? Al principio parecía que el incidente con el alcohol le estaba pasando factura a la estrella del pop, pero poco tiempo después bromeó sobre ello en directo en el escenario.