Después de la Eurocopa está antes del Mundial, pero también antes de la Liga de Naciones. En comparación con años anteriores, la DFB se toma en serio esta competición.
Las palabras de Julian Nagelsmann inmediatamente después de la amarga eliminación en la Eurocopa ante España provocaron murmullos y ligeras risas en la sala. “Lo más triste es que no vuelva a ocurrir una Eurocopa en casa en mi carrera. Eso duele. Y el hecho de que tengas que esperar dos años hasta convertirte en campeón del mundo también duele”.
El seleccionador nacional miró a su alrededor antes de seguir. “Ahora te gusta esa afirmación. Se te están agrandando los ojos. Es una locura. ¿Qué puedo decir de que estamos eliminados en la ronda preliminar? Por supuesto que seremos campeones del mundo. Eso es lo que quiere cada equipo que participa en la clasificación”. “. El gran objetivo del título de la Eurocopa acababa de fallar, y Nagelsmann ya estaba formulando una declaración de guerra, con el gran objetivo en mente de terminar el Mundial de 2026 como ganador.
Dos meses más tarde, la vida cotidiana en la Liga de las Naciones está a la vuelta de la esquina. Pero a diferencia de ediciones anteriores de la competición, que desde su creación ha sido vista con recelo, Nagelsmann se toma en serio los duelos con Hungría, Bosnia-Herzegovina y Holanda y mira a España, vigente campeona de Europa y ganadora de la Liga de las Naciones.
España logró una sensación de invencibilidad y Nagelsmann ahora aspira a algo similar con la DFB. “La clave es que tengamos en nuestra mentalidad la imagen de que queremos ganar todos los partidos y esa imagen sólo se desarrolla cuando se ganan partidos”, dijo Nagelsmann.
Parece que por primera vez la Liga de las Naciones es una competición atractiva para Alemania, que debería esforzarse por ganar con plena convicción. Para el entrenador la línea es muy fina, al fin y al cabo, además de los éxitos deportivos, también tiene que compensar la pérdida de los grandes Toni Kroos, Thomas Müller, İlkay Gündoğan y Manuel Neuer e impulsar un cambio de tamaño medio.
El seleccionador nacional se beneficia del nuevo modo ligeramente diferente. En el futuro, no sólo los cuatro ganadores de grupo de la liga A, sino también los segundos clasificados avanzarán a los cuartos de final de la ronda eliminatoria. Luego se decidirá qué cuatro naciones llegarán a las semifinales.
Y también hay cambios en la lucha por el descenso. Paralelamente a la ronda eliminatoria por el título, se disputan play-offs en los que se deciden nuevos ascensos y descensos. Los terceros clasificados de las Ligas A y B y los segundos de las Ligas B y C compiten entre sí en partidos de ida y vuelta. Además, los dos mejores cuartos clasificados de la Liga C se enfrentan a los dos segundos clasificados de la Liga D para ascender o descender también.
Para Julian Nagelsmann esto significa concretamente: los tropiezos de la DFB y la pérdida del primer puesto del grupo 3 de la liga A no significarían el fin de todos los sueños de victoria. Un pequeño estanque si la mentalidad ganadora alemana aún no está en pleno apogeo. Al seleccionador nacional le parecerá bien.