‘En mis cuentas de redes sociales comparto principalmente recetas y reseñas de restaurantes. No creo que mi trabajo sea tan especial, pero las cantidades que recibo a cambio son extrañas: con una colaboración remunerada gano el salario mensual de mi padre.
“A veces recibo mensajes de personas que han probado alguna de mis recetas, pero a las que no les salió bien. Honestamente debo admitir que no siempre lo peso todo. En árabe marroquí decimos ‘3inek mizanek’: tu ojo es tu balanza. Cocino sintiendo. Esto a veces hace que escribir una receta sea un poco más difícil.
“Este plato me trae muchos buenos recuerdos de Marruecos. Mi difunta abuela lo hacía con frecuencia. Lo comimos con toda la familia durante nuestras vacaciones en Fez. Peleé con mis sobrinos y sobrinas por los trozos de carne más tiernos”.
