La férrea determinación de Washington sobre la oferta japonesa debería desconcertar a los negociadores


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Las acciones de US Steel lo decían todo sobre su adquisición por parte de la japonesa Nippon Steel: el acuerdo de 15.000 millones de dólares nunca tuvo realmente ninguna posibilidad. En ningún momento desde que se anunció la transacción en diciembre, las acciones se han acercado al precio de oferta de 55 dólares por acción. La noticia del miércoles de que el presidente Joe Biden bloqueará el acuerdo acabó con cualquier esperanza persistente de que el dinero pudiera vencer a la política. No en un estado clave en un año electoral.

Los inversores deben esperar que se trate de una excepción política y no de la nueva regla. La oferta de liquidación en efectivo por US Steel, con sede en Pittsburgh, Pensilvania, aprobada por los accionistas en abril, será bloqueada por razones de seguridad nacional, informó el Financial Times. Aún no se sabe cuándo, ni tampoco los motivos exactos por los que la seguridad estadounidense se ve amenazada por una oferta que involucra a uno de sus aliados más cercanos.

Los socios del acuerdo se esforzaron por aliviar las preocupaciones. Hace apenas una semana, Nippon Steel impulsó sus planes de inversión que habrían extendido la vida útil de dos plantas estadounidenses. El miércoles, US Steel advirtió que sin el acuerdo, miles de puestos de trabajo estaban en riesgo, así como su presencia de 123 años en Pittsburgh, donde se encuentra desde su fundación por Andrew Carnegie, el magnate ladrón original.

Sin embargo, el sindicato United Steelworkers no se dejó intimidar, ya que se había opuesto a él desde el principio, al igual que los candidatos presidenciales Donald Trump y Kamala Harris.

Por supuesto, la política no es algo nuevo en la industria siderúrgica estadounidense, ni siempre es un obstáculo. Desde que Trump introdujo los aranceles en 2018, el ebitda de US Steel prácticamente se ha triplicado en comparación con los seis años anteriores. Otros fabricantes de acero estadounidenses han experimentado avances similares. En mayo, Biden visitó la sede de USW en Pittsburgh para pedir aranceles más altos al acero chino.

Gráfico de barras de los principales fabricantes de acero en 2023, en toneladas por millón, que muestra que los fabricantes de acero estadounidenses se ven eclipsados ​​por los líderes mundiales

¿Qué le espera a US Steel? Las acciones cayeron hasta un 20 por ciento el miércoles, llevándolas nuevamente por debajo de los 35 dólares por acción que ofreció en agosto pasado su rival Cleveland-Cliffs. Esa fusión en efectivo y acciones totalmente estadounidense contó con el apoyo de USW, pero al combinar dos de las cuatro principales siderúrgicas del país, planteó problemas antimonopolio mucho más importantes.

Tanto los inversores como los negociadores esperan que el acero sea un caso especial. Las acciones de US Steel tampoco se acercaron al precio de oferta después de la oferta de Cleveland-Cliff, lo que sugiere que los inversores eran escépticos de que pudiera pasar la prueba de los organismos de control de la competencia.

Pero al menos una lucha antimonopolio implica jurisprudencia y tribunales que puedan ser impugnados, en lugar de enfrentarse al concepto más difuso y emocional de la seguridad nacional. Si ese es el nuevo estándar que se debe seguir -incluso para aliados acérrimos-, no serán sólo los acuerdos de acero los que sufrirán.

Jennifer Hughes (correo electrónico protegido)



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