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El cofundador de OpenAI, Ilya Sutskever, ha recaudado 1.000 millones de dólares de inversores como Sequoia y Andreessen Horowitz para un nuevo negocio que construye modelos de inteligencia artificial “seguros”.
El acuerdo valora la empresa, de tres meses de existencia y que actualmente no tiene ningún producto, en alrededor de 5.000 millones de dólares, según una persona familiarizada con el asunto.
La start-up de Sutskever, Safe Superintelligence (SSI), invertirá la nueva inversión en recursos informáticos para desarrollar su modelo y en contratar personal nuevo para su equipo de 10 personas. El ex científico jefe de OpenAI fundó la empresa junto con los inversores en IA Nat Friedman y Daniel Gross, así como con Daniel Levy, un ex investigador de OpenAI.
“Hemos identificado una nueva montaña que escalar que es un poco diferente de lo que estaba haciendo antes. No estamos tratando de recorrer el mismo camino más rápido. Si haces algo diferente, entonces se vuelve posible hacer algo especial”, dijo Sutskever al Financial Times.
La empresa está construyendo modelos de inteligencia artificial de vanguardia y tiene como objetivo desafiar a rivales más establecidos, como OpenAI, ex empleador de Sutskever, Anthropic y xAI de Elon Musk. OpenAI está actualmente en conversaciones con inversores para recaudar miles de millones de dólares con una valoración de más de 100.000 millones de dólares, mientras que Anthropic y xAI fueron valoradas en cerca de 20.000 millones de dólares en rondas de financiación a principios de este año.
Si bien todas esas empresas están desarrollando modelos de IA con amplias aplicaciones para consumidores y empresas, SSI dijo que está enfocada en “construir un camino directo hacia la superinteligencia segura”.
“Es importante para nosotros estar rodeados de inversores que entiendan, respeten y apoyen nuestra misión, que es dar un paso directo hacia la superinteligencia segura y, en particular, pasar un par de años haciendo I+D en nuestro producto antes de sacarlo al mercado”, dijo Gross, director ejecutivo de SSI, a Reuters, que fue el primero en informar la noticia.
Sutskever abandonó OpenAI en mayo, después de liderar un fallido golpe de Estado contra el director ejecutivo Sam Altman. El equipo de Sutskever, que se centraba en la “alineación”, es decir, en garantizar que los sistemas de inteligencia artificial que superan la inteligencia humana actúen en beneficio de los intereses humanos, también se disolvió.
Un ejecutivo de OpenAI dijo que la salida de Sutskever se debió a una diferencia de opinión sobre cuál es la mejor manera de escalar los sistemas para obtener inteligencia cuando la empresa estaba centrada en objetivos más a corto plazo.
SSI busca contratar en un mercado laboral competitivo a personas con experiencia en inteligencia artificial. La empresa tiene oficinas en Palo Alto, California, y Tel Aviv, Israel.
“Estamos reuniendo un equipo reducido y competente de los mejores ingenieros e investigadores del mundo, dedicados a centrarse en SSI y nada más”, afirmó la empresa en su sitio web. “Ofrecemos una oportunidad para hacer el trabajo de su vida y ayudar a resolver el desafío técnico más importante de nuestra era”.