Aire acondicionado para vehículos: así se utiliza de forma óptima según ADAC


En invierno y verano, muchas personas utilizan el aire acondicionado de su coche para escapar del calor o frío extremo. Con un funcionamiento adecuado, se puede maximizar la utilidad y reducir el consumo de combustible.

Principio del refrigerador

El aire acondicionado del coche “funciona de forma similar a un frigorífico normal”, explica el ADAC. El compresor comprime el refrigerante gaseoso. Dado que la compresión calienta el gas, luego debe enfriarse. Esto sucede en el condensador, lo que hace que el refrigerante se vuelva líquido. Se aprovecha el viento entrante. Si la presión baja, el refrigerante se evapora de nuevo y enfría el aire que fluye hacia el interior a través de las aberturas de ventilación a unos dos grados centígrados.

en verano

El aire extremadamente frío del aire acondicionado puede parecer agradable al principio en pleno verano, pero debe utilizarse con precaución. Existe un mayor riesgo de resfriarse, especialmente si hay exposición directa a partes del cuerpo. Para enfriar el vehículo de la forma más rápida y eficaz posible, el ADAC recomienda «cambiar brevemente al modo de recirculación a la máxima capacidad de refrigeración».

Para evitar la acumulación de calor en el interior del vehículo, conviene aparcar en lugares con sombra, si es posible. También puede resultar útil ventilar el coche antes de arrancar. De esta manera, el aire caliente se puede cambiar más rápidamente por aire frío. Sin embargo, en trayectos cortos, es decir, con una duración inferior a diez minutos, se debe desconectar el aire acondicionado. Al final, en casos extremos, puede producirse un consumo adicional de 2,5 a 4 litros.

Para evitar que quede humedad residual en el sistema, conviene desconectar la función de refrigeración (pero no el ventilador) poco antes de finalizar el viaje. El incumplimiento puede provocar infestaciones bacterianas y fúngicas, advierte el ADAC. Normalmente, una infestación se puede reconocer por el mal olor. Sin embargo, esto se puede solucionar desinfectando el evaporador y la línea de drenaje.

en invierno

En invierno, el aire acondicionado se utiliza especialmente para reducir la humedad en el interior del coche. De esta manera se puede evitar que la ventana se empañe. Sin embargo, el aire acondicionado no funciona a temperaturas inferiores a cinco grados centígrados, como subraya el ADAC. El riesgo de que el evaporador se congele es demasiado alto. Sin embargo, para contrarrestar la formación de humedad, se recomienda limpiar la ventana con regularidad: «Una ventana sucia atrapa las partículas de aire húmedo y, por lo tanto, se empaña mucho más rápidamente que una limpia». Para que el sistema no se seque, el aire acondicionado se debe utilizar regularmente incluso en invierno, si las temperaturas lo permiten. Sin embargo, se debe evitar el funcionamiento a corto plazo. Las empresas de servicios recomiendan un mantenimiento regular cada dos años.

Equipo editorial finanzen.net



ttn-es-28