17.
“Él en realidad es mi ex y el amor de mi vida”.
“Cuando nos reencontramos, yo tenía una relación. Él estaba casado. Pensé que la aventura había sido una aventura física de una sola vez. Él quería más. Dijo que estaba en un matrimonio casi sin amor y tóxico con muy poca intimidad. Le creí y todavía lo hago. Fui testigo de algunas interacciones entre él y su esposa. Decidimos intentar hacer de ello una relación completa. Estábamos enamorados, pero él no quería dejar a su esposa por sus hijos. Yo no quería pedirle que se fuera porque sentía que él debía elegirme independientemente, y no quería la posible culpa de ser el catalizador que lo separara de sus hijos.
Duró más de un año, pero no pudimos lograr que funcionara. No estaba obteniendo lo que necesitaba de él en términos de compañía e intimidad no sexual. Siempre estaba el estrés de “¿Qué pasa si ella se entera y se lleva a los niños?” No podía culparlo por ese miedo. Es un padre increíble y nunca querría que perdiera a sus hijos. Sigue siendo el amor de mi vida. Lo amo profundamente, puramente y con todo mi corazón. Es el amor más completo que he sentido. No creo que alguna vez ame a nadie tanto como lo amo a él. Desafortunadamente para mí, eso no significó nada al final”.
-Anónimo