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Brookfield ha puesto a la venta la torre Citypoint de Londres, en la mayor prueba hasta el momento del mercado de oficinas de la capital del Reino Unido después de una brutal caída de dos años.
Según personas familiarizadas con el asunto, el gestor de activos canadiense pretende obtener 500 millones de libras esterlinas por la venta. El proceso se produce en un momento en que Brookfield se enfrenta a una fecha límite para pagar unos 460 millones de libras esterlinas de deuda garantizada con el edificio de 36 plantas.
La deuda vence en enero, después de que Brookfield extendiera los préstamos por 12 meses el invierno pasado. Brookfield ha designado asesores y ha sondeado a posibles compradores, según personas familiarizadas con el asunto.
Brookfield no ha fijado formalmente un precio, pero apunta a un mínimo de 500 millones de libras, lo que podría suponer un precio hasta un 25% inferior a la valoración de 670 millones de libras de marzo de 2023 incluida en los documentos del préstamo. Brookfield podría explorar opciones de financiación si el proceso de venta fracasa.
La torre es, con diferencia, el edificio de oficinas más grande que se ha puesto a la venta en Londres este año, en un momento en que el mercado inmobiliario comercial empieza a recuperarse de una recesión que duró dos años. Green Street News fue el primero en informar sobre la venta.
Solo un puñado de edificios de oficinas en Londres se han vendido por más de £100 millones en Londres este año, lo que hace que el esfuerzo de venta de Brookfield sea una gran prueba del apetito de los inversores por estas propiedades y el precio que exigirán.
Los aproximadamente £500 millones que Brookfield busca están por debajo de los £607 millones que pagó para adquirir el edificio en 2016. Desde entonces, la firma ha invertido £40 millones en mejoras, aumentando la ocupación al 82 por ciento.
Entre los inquilinos se encuentran los bufetes de abogados Simpson Thacher & Bartlett y Simmons & Simmons. La torre, construida en la década de 1960 inicialmente para British Petroleum, también incluye locales comerciales, de ocio y de almacenamiento.
Una persona cercana al proceso dijo que Brookfield había decidido vender porque el activo se encuentra en uno de sus fondos más antiguos, que ha tenido un buen desempeño en general y ahora está vendiendo sus inversiones finales.
El fondo, Brookfield Strategic Real Estate Partners I, data de 2012 y ha tenido una rentabilidad neta interna del 18 por ciento. Según los documentos de la empresa, en junio tenía inversiones no realizadas por un valor de tan solo 533 millones de dólares.
Brookfield, uno de los mayores propietarios de oficinas del mundo, se ha visto afectado por la caída de este mercado, ya que los inversores están cada vez más preocupados por el impacto del trabajo híbrido tras la pandemia. Según se informa, la empresa ha optado por no pagar algunos activos enormes en Estados Unidos en lugar de inyectar capital nuevo.
En Londres, es copropietaria de Canary Wharf Group junto con Qatar Investment Authority. Los dos inversores inyectaron 300 millones de libras de capital nuevo en el propietario de los muelles el año pasado, lo que ha ayudado a Canary Wharf Group a sortear una serie de vencimientos de deuda.
El banco de inversión inmobiliaria Eastdil y Newmark BH2 están asesorando a Brookfield en la venta de Citypoint.