Hay 29 ‘sillas de socorrista’ en el circuito y en el pueblo. Los referentes y creadores de humor están ahí por turnos: Jeroen y Lobke reciben con los brazos abiertos desde lo alto y con un megáfono el desfile de visitantes de la F1. Y en el terreno, Bas, Tom, Jouke y Ron indican a la gente la dirección correcta. “Después de tres días estás agotado. Pero el año que viene volveré a hacerlo”, ya sabe Bas.