Aventura en solitario con final desconocido: el desaparecido Piet Bokhoven era un aventurero de principio a fin

El 8 de junio de este año, Piet Bokhoven, de 76 años, salió de su hotel en Simplon Dorf, Suiza, para dar un paseo en solitario hasta el pueblo de Binn, a veinte kilómetros de distancia. Piet nunca llegó. El residente de Odoornerveen está desaparecido desde entonces.

A pesar de varias búsquedas por parte de la policía suiza y de los servicios de emergencia regionales, no hay rastro de Piet. Para su familia y amigos sigue siendo un momento de gran incertidumbre. La esperanza de volver a encontrarlo prácticamente ha desaparecido. Lo que queda ahora son hermosos recuerdos.

Cuando Didi van Aacken, buena amiga y compañera de bridge, entra a la casa de Piet, a menudo recuerda las pequeñas cosas de las que Piet estaba tan orgulloso. “Estabas muy orgulloso de tu sofá de cuero, ¿verdad, Piet?”, piensa con una sonrisa. Desde su desaparición, Van Aacken ha asumido la responsabilidad de cuidar de su casa y sus pertenencias hasta que se resuelvan todos los asuntos legales.

Piet era un fanático jugador de bridge y secretario del club de bridge de Exloo. Su fanatismo lo volvió impulsivo y de mal genio. “No soportaba bien las derrotas”, dice Van Aacken. “Pero eso es lo que hizo que el juego fuera tan emocionante. Nos desafiamos unos a otros”.

Piet llevaba siete años en el club de bridge de Exloo, desde que llegó a vivir a Odoornerveen. Junto con Van Aacken jugaba dos veces por semana, especialmente durante la temporada de invierno, de septiembre a abril. “En verano nos inscribimos en varios clubes para jugar bridge de verano”, dice Van Aacken. “Piet también fue el iniciador del curso puente, donde él mismo enseñaba a los estudiantes. La enseñanza no era su punto fuerte, pero podía inspirar a la gente.”

Piet tenía un lado aventurero que lo llevó a todos los lados del mundo. “Tuvo un período de su vida en el que navegó solo a través de los océanos del mundo”, dice Van Aacken. A pesar de su espíritu aventurero, Piet era muy frugal. “Súper económico”, destaca entre risas su compañero de bridge. “Todo tenía que ser lo más barato. Él siempre usaba su estufa de leña porque no quería hacer funcionar la caldera”.

Piet apreciaba el vínculo con su familia. “Tenía una estrecha relación con ellos, a pesar de que sus hijos viven en Estados Unidos”, afirma Van Aacken. “Estaba muy feliz cuando se convirtió en abuelo por segunda vez hace más de un año”.

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