Con Sívori y Angelillo en Argentina compuso el trío “con la cara sucia”. Tras naturalizarse, disputó el Mundial de 1962 con Italia
“Con profundo dolor anunciamos el fallecimiento de Humberto Maschio, campeón del fútbol argentino, americano y mundial con nuestra camiseta. Los que dejan huella nunca son olvidados… ¡Siempre estarás en nuestros corazones, querido Bocha!”. Ah si, después de Sívori y Angelillo también nos ha dejado el tercer “Ángel de la cara sucia”. Así lo comunicó Racing desde Avellaneda, ciudad donde nació Humberto hace 91 años y donde se consagró gracias a su excelente clase que rápidamente lo llevó a la selección nacional.
Argentina
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En la Albiceleste entre 1954 y 1957 vivió apasionantes partidos al lado de Angelillo y Sívori, con quienes formó un trío de ataque legendario. Pero es Maschio quien desempeña el papel de protagonista absoluto en el triunfo de la Copa América: máximo goleador del torneo con 9 goles. Los bautizan “los ángeles de la cara sucia” porque muchas veces salen del campo sucios de barro: luchadores con pies divinos, en definitiva. Racing fue el equipo de sus inicios y luego de sus últimos y más celebrados éxitos, la Copa Libertadores y la Copa Intercontinental ganadas en 1967. La parte central y más significativa de su carrera la pasó en Italia. País de sus familiares más cercanos gracias a quienes tuvo el honor de vestir la camiseta azul en el desafortunado Mundial de 1962, donde Maschio sufrió un codazo en la nariz (rotura) durante el duelo con Chile. Fue su segunda y última aparición.
de nosotros
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El Bolonia lo había traído a Italia en el verano de 1957, durante la Copa América ganada por Argentina. Las estrellas sudamericanas llegan con la ola del éxito. Angelillo es comprado por el Inter y Sívori acaba en la Juve. Los dos amigos se imponen inmediatamente, Humberto no: es un trabajo duro. “El marcaje apretado, la actitud defensiva exasperada fueron sorpresas amargas para mí, no me adapté”, confesará. Tenía un físico robusto pero un alma gentil y por eso con su oponente pegado a sus tobillos se sentía incómodo. Bajo las torres disputó 43 partidos en dos campeonatos y marcó 13 goles: se esperaba mucho más. Sin embargo, vivió un importante punto de inflexión en Atalanta, donde permaneció tres años. El técnico Ferruccio Valcareggi cambia su rol, de delantero centro a centrocampista ofensivo. Para que pueda jugar de cara a portería y llegar al área de portería. Ayer Atalanta lo saludó con emoción como uno de los extranjeros más importantes de la historia del club. Las cifras dicen 80 partidos en 3 temporadas con 22 goles.
Milán
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Llega el Inter de Angelo Moratti y se lo lleva a Milán. Donde Maschio encuentra un entrenador, Helenio Herrera, que no lo había solicitado del club. “Al Mago no le gustaba mucho porque su idea del fútbol no era tanto correr”, explicó Gianni Brera. Y de hecho Herrera prefiere centrarse en el dinamismo del joven Sandrino Mazzola. El abatido argentino permanece al margen y, sin embargo, siente que el campeonato de 1963 es suyo gracias a los cuatro goles marcados en 15 partidos. Al final de la temporada, sin embargo, aceptó la corte de la Fiorentina, donde permaneció durante tres temporadas, ganando la Copa de Italia y la Copa Mitropa. Doce goles en 52 partidos como centrocampista.
Éxitos
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El club Viola también le dedicó palabras de despedida celebrando ese periodo. Una vez concluido esto, Maschio regresó a casa para terminar con su equipo favorito, Racing. Y logró terminar en lo alto gracias a la Libertadores ganada en 1967, 120 partidos en dos años y medio y 22 goles. Tras colgar las botas en 1968, fue inmediatamente convocado por la selección nacional, pero su experiencia como entrenador duró sólo un año. En 1971 lo encontramos en el banquillo de Racing. Al año siguiente regresó con una selección nacional. Dirige a Costa Rica que sale temprano para responder al llamado de Independiente a quien le regala la prestigiosa Copa Libertadores en 1973, la cima de su labor como técnico y el debut de Bochini. Decide cerrar en su ciudad y en su querido club, Racing. La última temporada es la 1999-2000. Ahora Humberto se unió a sus amigos Valentín y Omar: los tres ya no tienen cara sucia pero seguirán siendo ángeles.
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