Punto crucial número uno: en el minuto 17, Creswell, que calculó completamente mal un balón largo, puso a Jens Petter Hauge justo fuera del área penal y solo recibió una tarjeta amarilla. Tras mirar el monitor, el colegiado Jesús Gil Manzano cambió de opinión acertadamente y expulsó al defensa del campo.
Borré marca tras centro de Knauff
Punto crucial número dos: Eintracht rápidamente aprovechó esta superioridad numérica. En el minuto 26, Almamy Touré, que había entrado por Hinteregger, le pasó el balón a Ansgar Knauff, que encontró a Borré en el área penal. El colombiano se quedó frío y anotó para poner el 1-0. Los Frankfurters luego calmaron el juego. Si West Ham se volvió peligroso, fue solo a balón parado. N’Dicka despejó la acción más peligrosa sobre la línea (43′).
En el segundo tiempo, los hessianos continuaron controlando el juego. Simplemente no dejes que los ingleses enfrenten tu propia meta era el lema. La tensión se mantuvo en el juego durante mucho tiempo, pero no hubo muchas escenas en el área de portería. Tras un cabezazo de Craig Dawson, Kevin Trapp tuvo que agarrar el balón por primera vez (60′).
Moyes ve la tarjeta roja
El West Ham intentó más después de una hora, pero eso no podía pasarse por alto, el Eintracht se volvió un poco pasivo y jugó más de lado a lado y hacia atrás que hacia adelante cuando tenía la posesión del balón. Ahora se anunció el modo de gestión. Solo Kamada volvió a poner un signo de exclamación, pero su disparo con la zurda se desvió desviado (69º).
En la fase final volvió a calentarse en el bosque de la ciudad. El entrenador invitado David Moyes disparó un balón en dirección a un recogepelotas del Eintracht y vio la tarjeta roja por ello. Suplente Paciencia (83′) y Touré (86′) no aprovecharon entonces sus buenas ocasiones. Pero como Antonio (88′), Tomas Soucek (90′) y Jarrod Bowen (90’+3′) tampoco metían el balón en la portería, al final no importó. Porque el 1-0 llevó al Eintracht a la final. Allí, los Hessians se encuentran con los Glasgow Rangers.
Fuente: RRHH