‘Cuando era niña, acompañaba a menudo a mis abuelos a sus citas como intérprete, por ejemplo con una enfermera especializada en diabetes o un dietista. Aunque los consejos que recibieron fueron bien intencionados, a menudo no coincidían con sus hábitos alimentarios.
“Como dietista, trato principalmente a personas de origen no occidental. Tomo en cuenta en la medida de lo posible sus hábitos alimentarios. Un dietista con menos conocimientos sobre las diferentes culturas alimentarias podría recomendar no comer pan con una comida caliente como el tajine u omitir el aceite de oliva en el desayuno. Intento concentrarme en reducir ciertos ingredientes, no en eliminarlos. Y para los marroquíes-holandeses o turco-holandeses de primera generación, por ejemplo, hago un plan de alimentación con imágenes en lugar de palabras.
“En el vídeo de la receta de pasta digo que los hidratos de carbono no te hacen nada mal. Esto causó revuelo entre algunos espectadores, quienes dijeron que no estaban de acuerdo conmigo. Creo que esa es la razón principal por la que el vídeo se volvió viral. Además, los platos de pasta siempre quedan bien. No es de extrañar: trabajo como dietista desde hace casi ocho años y nunca he oído hablar de nadie a quien no le guste la pasta.
«Mis platos son saludables, ricos en fibra y sí, a veces ricos en carbohidratos; tu cuerpo solo necesita carbohidratos».