En el velorio, los asistentes colocaron velas de té en un gran corazón, escucharon música y trataron de comprender cómo pudo suceder esto. El vecino de la familia, Domingo Cordy, está completamente impactado: “Aún no lo puedo creer. Todavía estoy en su puerta en todo momento para mirar por su ventana. Estoy devastada. Mis queridos vecinos, los extraño”.