Un mar tranquilo no parece nada amenazador. Pero los socorristas de la playa y el IKWV intermunicipal siguen advirtiendo a todos sobre los peligros ocultos. Los bañistas a menudo se aventuran demasiado lejos con la ilusión de que no les puede pasar nada. Pero incluso los nadadores experimentados se meten en problemas, a veces por exceso de confianza o por subestimar los riesgos. En climas cálidos, como en los últimos días, los socorristas deben intervenir de 10 a 15 veces al día para sacar del agua a los nadadores en dificultades.