Carlo Metelli: «El abandono y el abandono alimentan las llamas»


«Este año estamos viendo un aumento de incidencias, pero por el tipo de intervenciones podemos decir que, gracias a una actuación oportuna, son de menor magnitud. Hasta mediados de julio no tuvimos ningún problema importante, pero ahora la situación será crítica hasta más allá de mediados de agosto». Con estas palabras Carlo Metelli, vicario de la gestión central de emergencias de los Bomberos, evalúa la temporada de incendios de verano en comparación con las anteriores.

¿Qué zonas son las más afectadas este año?

Además de Calabria y Sicilia, este año Apulia también se encuentra entre los territorios más afectados. Luego está Cerdeña, donde el riesgo de propagación de un incendio es uno de los mayores cuando sopla el mistral: la isla cuenta con un eficaz sistema de intervención autónoma local. Nuestra ayuda es crucial cuando las llamas se acercan a núcleos de población. Este año lo vimos en Nova Siri, donde perdimos a dos compañeros, hecho que nos sacudió mucho. Pero también durante el incendio de Monte Mario, en Roma, o de Vieste, en la zona de Foggia, donde evacuamos a unas 500 personas.

¿Cuáles son las principales variables que influyen en las llamas?

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El problema es cada vez más estructural, ligado al abandono del territorio, tanto de pequeños pueblos como de tierras que antes eran cultivadas. La despoblación provoca el crecimiento de una vegetación espontánea y una falta de control. En pocas palabras, a menudo falta limpieza y prevención de las calles. Sin embargo, más cerca de las grandes ciudades los incendios suelen ser causados ​​por residuos o asentamientos ilegales. Tampoco faltan episodios relacionados con prácticas más antiguas, por ejemplo, pastores quemando la tierra para tener hierba más fresca en los meses siguientes. Así como actuaciones dolosas o negligentes, frente a las cuales la actuación policial es imprescindible. Hoy en día los drones también se utilizan para observar, controlar e intervenir.



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