Los de Apulia se sobrepusieron a una dura competencia y consiguieron al centrocampista ofensivo polaco, que ya ha entrado en el corazón de los aficionados. ¿Quién le puso un curioso apodo?
“Pero este Mark Whiskey no está mal…”. Si es cierto que la primera impresión es la que cuenta, Lecce dio un gran golpe y el golpe se llama como un destilado. Hace un par de semanas, Pantaleo Corvino presentó con orgullo al último “conejo” que salió de su chistera: centrocampista ofensivo, 22 años, pies educados y ojos azules como el mar. Su nombre es Filip Marchwinski, pero se ha malinterpretado la pronunciación de su apellido. Y es que, apenas cuatro días después de aquella conferencia junto al director, Marchwinski se convirtió en “Whisky”, embriagando a la defensa del Niza, que entretanto había volado a Lecce para disputar un partido amistoso. Dos goles marcados en 45 minutos, goles marcados para sus compañeros y una visión de juego nada banal. “¡Ya lo tienes, Mark Whiskey!”, se podía escuchar desde las gradas. La primera salida provocó aplausos, pero el camino hacia el éxito aún es largo. Filip tiene un currículum que habla por sí solo, pero lleva consigo esa timidez propia de quien se muda por primera vez fuera de casa.