El señor Purperhart vive en IJburg y visita regularmente a Van der Hooplaan para visitar a su novia. “Ha estado ahí por un tiempo”, dice. “Mientras no comience el incendio, eso es lo último que queremos”.
La paciencia se ha acabado
Sam Ridder se hizo cargo de la carnicería de la esquina de la calle este verano. Su predecesor, Fred, tenía una teoría sobre la furgoneta. “Fred dice que la furgoneta lleva allí al menos dos años y medio. Y que ya se ha pagado el impuesto de circulación, por lo que el ayuntamiento y la policía no pueden retirarla”.
Pero ahora también se les está acabando la paciencia. Una carta laminada del municipio de Amstelveen, fechada el 8 de agosto, ordena al propietario que retire los restos del naufragio. De lo contrario, el municipio lo encargará, a expensas del propietario.