Shell está trabajando en un lugar de prueba abierto para hidrógeno en el sitio GZI Next cerca de Emmen. El punto de partida inicial era producir también hidrógeno, pero según Shell actualmente esto no es muy fácil. Según el grupo, apenas existe mercado de ventas y los altos costes influyen en el desarrollo de hidrógeno verde asequible. Por eso el énfasis está en la investigación y el desarrollo.
La construcción de una fábrica de hidrógeno en el emplazamiento de GZI Next tiene un largo período de preparación, plagado de numerosos retrasos. La fábrica prevista debería haber estado lista en 2021. La cuestión es que la tecnología está todavía en su infancia.
La desventaja adicional es que la producción es extremadamente cara y, por lo tanto, sigue perdiendo competencia frente a los combustibles fósiles. Inicialmente, la provincia puso a disposición del proyecto más de un millón y medio de euros en subvenciones.
Sin embargo, el dinero prometido llegó a su fin. La provincia consideró que Shell actuaba con demasiada lentitud en materia de desarrollo. Además, los planes cambiaron más de una vez.
Por ejemplo, Shell decidió reducir el tamaño de la fábrica y dividirla en dos ubicaciones. Uno tenía que funcionar con energía solar generada en el sitio de GZI Next. El otro lugar se abastecería de energía eólica y solar a través de Enexis.
En aquel momento ya existía la idea de que la fábrica se convertiría más en un lugar de pruebas y mucho menos en un proveedor. Shell continúa ahora esa línea.
El grupo todavía ve muchas oportunidades. «Hay muchas empresas locales y regionales de la zona que ven en el uso del hidrógeno verde una oportunidad para la sostenibilidad», escribe la empresa. «La presencia de instituciones de conocimiento en el campo del hidrógeno como el Greenwise Campus garantiza una buena conexión entre la investigación y la educación».
Según un portavoz, se esperan más noticias sobre este proyecto este otoño.