El Mineirazo en salsa francesa de Micale que hizo llorar de alegría a Neymar


El dolor de la derrota por 6-0 ante Egipto en la final de bronce de París no borra el oro como seleccionador de Brasil en Río 2016. De portero a entrenador con un denominador común: la soledad como estilo de vida

Rogerio Micale regresó al vestuario con la cabeza gacha, triste y solo, como está. Es fácil hablar de tristeza: Egipto perdió la final de fútbol por el bronce olímpico por 6-0 contra Marruecos. Un Mineirazo personal, pero con acento francés. Y luego cuando pierdes la ciencia ya no sirve de nada, tus ojos hablan. Más complicado es hablar de esa extraña soledad del entrenador. Micale, como buen brasileño nostálgico, nunca lo ha ocultado: “Es un sueño construir esta carrera internacional, pero siempre he estado muy cerca de mi familia y los extraño mucho. Es un trabajo solitario, tenemos que renunciar a muchas cosas”.



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