El líder separatista catalán Puigdemont regresa a España pese a la orden de arresto


Desbloquea el Editor’s Digest gratis

El exiliado político más destacado de España ha regresado a Cataluña a pesar de una orden de arresto pendiente en su contra, en una medida que podría amenazar la estabilidad del gobierno liderado por los socialistas del país.

Carles Puigdemont compareció este jueves en Barcelona después de pasar casi siete años en Bélgica y Francia como prófugo de la justicia española tras liderar el fallido intento de independencia de Cataluña en 2017.

Puigdemont, que era el líder regional en el momento del referéndum ilegal, está acusado de malversación de fondos públicos. Se dirigió a una multitud de simpatizantes enardecidos y dijo que planeaba asistir a una votación sobre un nuevo presidente catalán en el parlamento regional más tarde ese mismo día.

La policía autonómica catalana tiene rodeada la sede del Parlament desde el miércoles a la espera de su regreso y los expertos legales dicen que están obligados a ejecutar la orden de detención.

“Hace ya siete años que nos persiguieron por querer escuchar la voz del pueblo de Cataluña”, dijo Puigdemont, de 61 años. “A pesar de que nos han querido hacer daño, a pesar de que han dado la cara de represores, hoy he venido aquí para recordaros que seguimos aquí”.

Carles Puigdemont pasó casi siete años prófugo de la justicia española en Bélgica y Francia © Alberto Estévez/EPA-EFE/Shutterstock

El regreso de Puigdemont, un hombre visto por muchos como un símbolo de la larga lucha separatista contra el Estado español, seguramente agitará la política nacional y revitalizará a sectores del movimiento independentista catalán leales a él.

Si es detenido, la estabilidad del Gobierno quedará en duda, ya que el presidente Pedro Sánchez necesita los votos del partido de Puigdemont para alcanzar la mayoría parlamentaria en Madrid.

Sánchez había llegado a un acuerdo de amnistía con los líderes catalanes a cambio de sus votos, pero el Tribunal Supremo dijo a principios de este año que la amnistía no se aplicaría al cargo de malversación de fondos contra Puigdemont, aunque eliminó otro cargo de desobediencia.

Esto deja a Sánchez expuesto a acusaciones de que no ha cumplido su parte del trato.

Si el partido de Puigdemont, Junts per Catalunya, boicotea cualquier iniciativa de Sánchez, el primer ministro acabará paralizado en el Parlamento e incapaz de aprobar ninguna ley.

La detención del líder catalán podría desencadenar una “radicalización dentro de Junts”, dijo Joan Botella, catedrático emérito de la Universidad Autónoma de Barcelona. Había habido una creciente “ola de demandas” de moderación dentro del partido separatista, pero su detención probablemente envalentone a los de línea dura, dijo Botella.

Puigdemont huyó del país en octubre de 2017, cruzando la frontera con Francia agachado en el asiento trasero de un Škoda. Unos días después, las autoridades españolas emitieron una orden de arresto contra él.

Puigdemont ha asegurado este miércoles que debe volver a España para “enfrentarse” a los jueces. “No podemos permanecer callados ante la actitud de rebeldía en la que se han dejado llevar algunos jueces del Tribunal Supremo”, ha afirmado en un vídeo publicado en X.



ttn-es-56