Florida ha sido azotada repetidamente por fuertes huracanes en los últimos años. En 2017, el huracán Irma provocó graves daños e inundaciones. Al año siguiente, el huracán Michael, una de las tormentas más fuertes que jamás haya tocado tierra en los Estados Unidos, devastó el estado. No fue hasta 2022 que el huracán Ian dejó un rastro de destrucción con daños por miles de millones de dólares.