Un coche volador circula (y por tanto no vuela) por primera vez ante el público en Assen

Durante el evento en la pista TT, este coche volador especial se exhibirá al público por primera vez en los Países Bajos. En medio de toda la violencia de los autos que derrapan, los autos de carreras que se rompen o hacen donuts, este auto especial naranja da una vuelta tranquila por la pista. “Nos sentimos muy honrados de poder hacer nuestras cosas aquí”, afirma Marco van den Bosch, director comercial de PAL-V. Lee atentamente: salir a dar una vuelta. Porque todavía no se permite volar.

“La inspección de un coche lleva aproximadamente una semana”, explica Van den Bosch. “Si quieres que un avión sea homologado con el más alto nivel de seguridad, necesitarás al menos 10 años. Ya sea que te llames Boeing, Airbus o PAL-V, ahora estamos en el último año de certificación”.

Se espera que los primeros coches se vendan a finales del próximo año. “Es un coche completamente operativo. Tenemos levas en el volante para cambiar de marcha. Podemos volar 500 kilómetros o conducir 1.300 kilómetros con 100 litros de gasolina. Pero se necesita una licencia de piloto”. Precio: 299.000 euros. “Es mucho dinero, pero para algo que puede volar, todavía es relativamente limitado”.

El PAL-V llegó a Assen en un camión de plataforma baja. Aunque está permitido circular por las carreteras holandesas, la empresa ha decidido no hacerlo. No por la seguridad del propio PAL-V, sino por la de otros conductores. Se dan cuenta de que muchos conductores están sentados de espaldas, filmando con sus móviles el paso de este coche volador.

“Es muy divertido conducirlo. Lo que te sorprende principalmente es el tráfico que te rodea. Pero es fantástico experimentarlo. Un coche volador atrae naturalmente la imaginación”.

Pero volar es mucho más seguro, coincide Van den Bosch. El coche tiene dos motores. Y si fallan, es una especie de paracaídas que puede aterrizar. Y no hace falta toda una pista para despegar o despegar. Funciona como un helicóptero, con una gran hélice en el techo. En unos cinco minutos el coche se puede convertir en un avión, o viceversa.

El montaje de este coche se realiza en Brabante. “Estamos buscando un socio si queremos aumentar la producción en el futuro”. Eelde es uno de ellos y, por supuesto, el aeropuerto está a la vuelta de la esquina. “Eeh, esa también es una de las posibilidades”, ríe el director comercial.

Además de ser un avión privado, el PAL-V también se puede utilizar principalmente para servicios de emergencia, como bomberos o ambulancias. En Gran Bretaña ya existe una asociación con SkyAngels Air Ambulance, que está invirtiendo en este coche volador.



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