Las investigaciones realizadas por un consorcio de medios europeos la semana pasada mostraron que Frontex estuvo involucrado en devoluciones ilegales de casi 1.000 inmigrantes en el Mar Egeo entre Grecia y Turquía. Unos días después, el director de Frontex, Fabrice Leggeri, renunció. Al hacerlo, anticipó la publicación de un informe de la agencia europea antifraude Olaf, que lleva mucho tiempo investigando los presuntos abusos en Frontex. Se dice que el organismo de control del fraude encontró evidencia de que la parte superior de la agencia fronteriza estuvo involucrada en encubrir las devoluciones.
El Parlamento Europeo decidió este miércoles suspender la aprobación de las cuentas de Frontex 2020 a la espera de la publicación del informe Olaf. El Parlamento quiere revisar el expediente en otoño. Frontex cuenta con un presupuesto de 900 millones de euros para 2022. Rápidamente se convirtió en una de las agencias europeas más financiadas, espoleada por las sucesivas crisis migratorias. En 2011, la agencia de fronteras tuvo que conformarse con un presupuesto de 118 millones de euros.
La ONG 11.11.11 está satisfecha con la decisión del Parlamento Europeo. “Esta es una señal política importante y una señal de desconfianza sobre la situación dentro de la agencia”, dice la directora Els Hertogen. “El parlamento deja claro que la agencia no puede crecer sin control democrático y respeto por los derechos humanos”.