El esplendor del color de la foto recuerda a las vidrieras de la Sagrada Familia de Barcelona. Pero se trata de una delgada porción de roca de 2.500 millones de años de antigüedad que ha sido expuesta bajo el microscopio. La roca proviene de Gakkel Ridge, una cresta en medio del océano entre Groenlandia y Siberia. Ese es un lugar donde las placas tectónicas se separan y donde el magma llega a la superficie de la tierra. Los geólogos dibujan en Naturaleza Conclusiones sorprendentes sobre la evolución de esta capa de la tierra bajo la corteza terrestre.
Los geólogos estudiaron la peridotita, una roca rica en sílice (SiO2), hierro y magnesio, de diferentes edades. La peridotita se presenta en diferentes composiciones, como se muestra en la foto por la impresionante variación de color. Sobre esta base, los geólogos calcularon cuánto oxígeno debía estar disponible en diferentes períodos para que las reacciones químicas (oxidación) formaran la peridotita. Descubrieron que esa variación era grande. “Las rocas antiguas que estudiamos estaban diez mil veces menos oxidadas que las rocas típicas del manto moderno”, dice Elizabeth Cottrell en un nota de prensa adjunta. Es la segunda autora del artículo y curadora del Instituto Smithsonian de Washington. Anteriormente, los geólogos habían sugerido que esta diferencia indicaría una evento de oxidación, un cambio que ha aumentado el oxígeno en el manto. Pero en Naturaleza Los investigadores atribuyen la diferencia al hecho de que el manto era mucho más caliente hace 2.500 millones de años. “La diferencia en los niveles de oxidación puede explicarse simplemente por el hecho de que el manto de la Tierra se enfrió durante miles de millones de años y ya no estaba lo suficientemente caliente como para formar rocas con niveles de oxidación tan bajos”, dice Cottrell. Así que, según los autores, nada especial.