Un sabotaje provocó un caos silencioso en las estaciones de tren de París el viernes.
En la estación de tren Gare Montparnasse, en el centro de París, el ambiente es tranquilo, aunque el número de gente es enorme.
Es fácil distinguir tres grupos entre la multitud: los lugareños que esperan su tren, la policía, los gendarmes y los soldados vigilando la seguridad, y los periodistas que llegaron en masa a la ciudad para los Juegos Olímpicos.
La capital francesa amaneció el viernes con un caos ferroviario que al mediodía no había terminado, como se resume en el texto en las pantallas de la estación.
– Se han eliminado todos los trenes TGV de las pantallas. La información vuelve a las pantallas cuando se confirma la circulación o cancelación de los trenes. Motivo: Vandalismo.
Agosto es un importante mes de vacaciones para los franceses, cuando masas de personas abandonan las ciudades. Además, el viernes se celebrará la inauguración de los Juegos Olímpicos de París.
director general de la empresa ferroviaria Jean-Pierre Farandou describió a Francia y al pueblo francés como atacados.
– La situación durará todo el fin de semana, porque los trabajos de reparación llevan tiempo. “Este es un día triste”, dijo Farandou a la televisión francesa BFM.
DOP
Entrevistado por Iltalehti en la estación Gare Montparnasse A Gaëlle dijo que debería ir a la boda de su amigo a la mañana siguiente.
– No sabía toda la situación hasta que llegué aquí. Caminé cuatro kilómetros bajo la lluvia. Luego compré otro billete para otro tren, pero ahora también está cancelado.
En el momento de la entrevista, Gaëlle, que paseaba por la estación con sus maletas, no sabía cómo ni cuándo podría salir.
– No tengo miedo, pero sí decepción y molestia por la situación.
Hasta el momento no hay información sobre los autores del sabotaje. Según el director general Farandou, los ataques estaban dirigidos a cables que transmiten “información relacionada con la seguridad” a los maquinistas.
Se estima que los ataques de sabotaje afectaron a hasta 800.000 personas durante el fin de semana. El viernes, los ataques afectarán la vida de unas 250.000 personas.
Fuera de las estaciones, la vida seguía con normalidad en las calles de París.
Lassi Kuisma