Sorprendentemente, el estado de ánimo en la economía alemana se deterioró aún más en julio. El clima empresarial del Ifo cayó 1,6 puntos hasta los 87,0 puntos, como anunció el jueves el Instituto Ifo en Múnich. Se trata de la tercera caída consecutiva en el barómetro económico alemán más importante. “La economía alemana está sumida en una crisis”, comentó el presidente del Ifo, Clemens Fuest.
Los analistas quedaron sorprendidos por el desarrollo. Esperaban una mejora en su estado de ánimo y habían asumido una media de 89,0 puntos. Las aproximadamente 9.000 empresas encuestadas por el Instituto Ifo calificaron las perspectivas de sus negocios futuros como significativamente peores. La evaluación de la situación actual también fue más débil que el mes anterior.
El economista jefe de Dekabank, Ulrich Kater, ve los datos del Ifo como una “ducha fría” para la economía. En su opinión, entre otras cosas, la incertidumbre provocada por las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos tuvo un impacto negativo. Sin embargo, todavía hay esperanzas de que la crisis económica sea sólo temporal.
“Aún no se ha cruzado el valle de las lágrimas”, comentó el economista jefe Thomas Gitzel del VP Bank. “El valle económico se parece más a una amplia tierra baja, cuya extensión es difícil de entender”. Según la evaluación de Gitzel, la economía alemana, fuertemente industrializada, “carece de impulsos de comercio exterior”. (dpa)