Tan pronto como comenzaron las primeras pruebas de los Juegos Olímpicos, la primera sorpresa estaba en el aire. Argentina, co-favorita del fútbol, apenas se salvó del partido contra Marruecos.
Ni siquiera el experimentado Nicolás Otamendi del Benfica de Lisboa pudo hacer nada: el peso pesado del fútbol Argentina, uno de los favoritos al oro junto con Francia y España, casi pierde ante el outsider Marruecos al inicio del torneo olímpico de fútbol. Al final, un gol de Cristian Medina en el minuto 16 del tiempo añadido salvó a los gauchos del empate 2-2 (0-1) contra los fuertes norteafricanos.
En los equipos sub-23, en los que pueden jugar tres jugadores mayores, apenas hay grandes nombres, pero el torneo olímpico es una buena oportunidad para que algunos talentos se presenten en el terreno internacional. Y los conocedores saben desde hace mucho tiempo que Marruecos ha logrado grandes avances en el sector junior en los últimos años.
Argentina se topa con el contraataque de Marruecos
El nivel del joven equipo norteafricano, que contaba con un veterano de alto nivel como el ex Dortmund Achraf Hakimi, aparentemente sorprendió a Argentina con el experimentado Otamendi como organizador de la defensa. Los “Gauchos” contraatacaron repetidamente a Marruecos durante los 90 minutos, lo que pudo haber marcado algo más que dos goles.
Al final, los goles de Soufiane Rahimi, que marcó en el tiempo añadido de la primera parte y también anotó un penalti en el minuto 59, no fueron suficientes para que los marroquíes ganaran. El gol argentino de Giuliano Simeone, hijo del técnico del Atlético, Diego Simeone, en el minuto 74 pareció llegar demasiado tarde. Debido a una larga pausa por lesión en la segunda mitad, hubo 15 minutos de tiempo añadido en el marcador. Y los argentinos finalmente aprovecharon eso para anotar el empate tardío.
España logra una victoria favorita
España, otra de las favoritas al título, estuvo en acción el primer día del torneo. Y se mostró inofensivo ante el representante asiático de Uzbekistán. Marc Pubill había adelantado a los ibéricos en el minuto 45. Aunque los uzbekos lograron empatar 1-1 gracias a Eldor Shomurodov en el tiempo añadido de la primera parte, en general los españoles fueron el equipo dominante.
La superioridad también se reflejó en el resultado de la segunda mitad: después de que Sergio Gómez fallara un penalti justificado (72º), el mismo jugador anotó el 2-1 que España necesitaba desde hacía mucho tiempo, tres minutos más tarde. Lo cual duró hasta el final del juego.