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Los fabricantes de automóviles japoneses están «muy asustados» por el rápido desarrollo de los vehículos eléctricos chinos y corren el riesgo de convertirse en «seguidores» si no pueden innovar más rápidamente, advirtió el responsable de la empresa conjunta Sony-Honda.
Yasuhide Mizuno dijo que las empresas japonesas necesitan cambiar su cultura corporativa conservadora y pidió un avance en la fabricación para mantenerse a la par con sus rivales chinos, que en pocos años se han convertido en algunos de los principales exportadores de vehículos del mundo.
«Los competidores chinos son muy fuertes y me da mucho miedo su velocidad de implementación y ejecución», dijo Mizuno, director ejecutivo de Sony Honda Mobility, en la sede de la compañía en Tokio.
«Los fabricantes de automóviles japoneses se muestran un poco nerviosos o sensibles antes de lanzar un automóvil. Tenemos que cambiar este tipo de comportamiento, de lo contrario, China será la primera y nosotros siempre seremos los seguidores», añadió Mizuno, quien dirigió las operaciones de Honda en China hasta 2020.
A pesar de su ambicioso objetivo de eliminar gradualmente los automóviles de gasolina para 2040, Honda se ha quedado rezagada respecto de sus rivales en la carrera mundial por la electrificación. En marzo, acordó asociarse con Nissan para desarrollar vehículos eléctricos con el fin de sobrevivir a la competencia contra los modelos de alta tecnología y bajo costo provenientes de China.
La empresa conjunta 50-50 entre Honda y Sony se creó en 2022 para combinar la capacidad de fabricación de automóviles de Honda con la experiencia en software y entretenimiento de Sony. La empresa planea comenzar a entregar su vehículo eléctrico a América del Norte en 2026.
Mizuno dijo que los competidores chinos se estaban moviendo más rápido de lo que él había previsto. Gracias a los grandes subsidios gubernamentales y a la contratación de los mejores ingenieros japoneses, europeos y estadounidenses, el tiempo de desarrollo de los vehículos eléctricos chinos (desde el concepto hasta la producción) se ha reducido a tan solo 18 meses, calculó, y agregó que eso era menos de la mitad del tiempo que se necesitaba para desarrollar un automóvil en Japón.
“Como los vehículos eléctricos fabricados en China no entrarán en Estados Unidos, las opciones para los consumidores serán limitadas”, afirmó Mizuno. “Pero en lugar de sentirme bien porque los autos chinos no entrarán, creo que deberíamos lanzar un auto que pueda competir directamente con los rivales chinos”.
Afeela, el automóvil premium de Sony-Honda que pretende demostrar cómo se puede incorporar el software al proceso de fabricación, estará dirigido a lo que Mizuno describió como «geeks adinerados» y no se producirá en masa.
Mizuno agregó que los fabricantes de automóviles japoneses no deberían sentirse complacientes después de que Estados Unidos cuadruplicara los aranceles a los vehículos eléctricos chinos al 100 por ciento, excluyendo en la práctica del mercado a grupos como BYD y Nio.
A pesar de una reciente desaceleración en el rápido crecimiento de los vehículos eléctricos, Mizuno dijo que todavía esperaba que las ventas de vehículos eléctricos dominen los mercados automovilísticos de Estados Unidos, China y Europa para 2035.
Se espera que Sony se beneficie de la alianza estratégica al acercarse al proceso de fabricación de automóviles y aumentar las ventas de sensores de imagen en el sector. Sin embargo, muchos analistas han cuestionado qué puede ganar Honda con esta alianza.
Mizuno argumentó que la empresa conjunta sería igualmente valiosa para Honda, ya que obtendría experiencia en desarrollo de software de los ingenieros de Sony.
“El software podría ser la nueva arma en el proceso de desarrollo de automóviles”, afirmó.