El barco transportó varios miles de coches desde Sudáfrica hasta el puerto de Zeebrugge. Una vez atracado, se encontraron telas de araña en varios pisos del barco. “Entonces se decidió sellar herméticamente el espacio de carga.
Según un experto, la araña no es peligrosa para los humanos, pero por eso no se quiere simplemente liberar una especie exótica en Europa”, afirma el puerto. Al final, la compañía naviera, el operador de la terminal y el capitán del puerto decidieron Llame a una empresa especializada que destruyó las arañas con un pesticida biológico.
Después de aproximadamente una hora, el incidente se resolvió y se pudo reanudar la descarga de los vagones.