De las peticiones a las nuevas jerarquías de Motta, las posturas con el club siguen distantes pero aún no hay una decisión sobre el futuro
El clima hasta ahora no ha sido amigable. Para la Juve, Chiesa era hasta hace poco un recurso, pero ahora corre el riesgo de convertirse en un problema. El atacante no entra en los planes de futuro del club: reportado así, casi parecería exagerado. Sin embargo, hay demasiados puntos de desconexión entre él y los hombres de Continassa como para ver la perspectiva desde el mismo punto de vista. El italiano está destinado a abandonar Turín, a pesar de algunas idas y vueltas que parecen cada vez más difíciles: en parte por motivos técnico-tácticos y en parte por motivos de gestión. Aunque los tiempos no sean tan cortos como quisiera la sociedad.