Inglaterra tiembla en su camino hacia las semifinales


Tras el tiro afortunado, la tensión de la selección inglesa de fútbol se transformó en un frenesí de alegría. El goleador de la victoria, Trent Alexander-Arnold, lanzó el balón a las gradas y disfrutó de los entusiastas aplausos de los aficionados. Con una tanda de penaltis de 5:3 (1:1/1:1/0:0) contra Suiza, los Tres Leones evitaron la amenaza de ser eliminados del Campeonato de Europa gracias al portero Jordan Pickford y avanzaron a las semifinales.

El suizo Manuel Akanji, el héroe trágico del partido, estaba inconsolable. El exprofesional del Borussia Dortmund falló en el angustioso thriller como único lanzador de penaltis contra Pickford.

Después de 120 minutos el marcador en cuartos de final era 1-1. Ante 46.533 espectadores en Düsseldorf, el inglés Bukayo Saka (80.º) anuló la ventaja suiza gracias a Breel Embolo (75.º).

Alexander-Arnold: “Mostró mucho carácter”

Al igual que en octavos de final contra Eslovaquia (2-1 nV), los Tres Leones mostraron cualidades de remontada. «El equipo mostró mucho carácter, mucha fe, mucha convicción, mucha pasión. Y exactamente cuando era necesario lo logramos», dijo Alexander-Arnold después de la feliz victoria.

El próximo rival del conjunto estelar, considerado uno de los favoritos, será Holanda, el miércoles (21.00 horas) en Dortmund, que derrotó a Turquía por 2-1.

Para los suizos, sin embargo, el sueño de un golpe histórico y del primer puesto en la ronda de los últimos cuatro equipos en un Campeonato de Europa se acabó. Después de un buen desempeño en la fase de grupos hasta el momento y de una convincente victoria en octavos de final sobre Italia (2-0), al equipo del entrenador Murat Yakin, formado por numerosos profesionales de la Bundesliga, le faltó suerte. «Luchamos e hicimos todo lo posible para que el cuento de hadas continuara. Estuvimos cerca, pero al final los ingleses tuvieron más valor», dijo el jugador ofensivo Xherdan Shaqiri.

En su partido número 100 en el banquillo de entrenadores de Inglaterra, Southgate una vez más se abstuvo de experimentar en el once inicial, a pesar de las muchas voces críticas sobre su selección de personal casi sin cambios en los últimos partidos mediocres. Pero, para disgusto del príncipe Guillermo, invitado en la tribuna, y de muchos aficionados ingleses, la confianza del entrenador en su equipo habitual tampoco dio frutos.

Esta vez el equipo se preocupó más por el control y la velocidad, pero rara vez utilizó su potencial ofensivo. En todos los intentos de desestabilizar la bien organizada defensa contraria, una vez más faltaron ideas y penetración.

Confederados inconvenientes

Porque los confederados resultaron ser los oponentes, como se esperaba, incómodos. Según el lema de su entrenador Yakin poco antes del inicio del partido: «Esto no nos pasa muy a menudo como país pequeño, queremos disfrutarlo», jugaron relajados. Sin dejarse intimidar por breves períodos de presión de los ingleses, nunca perdieron el orden.

Los espectadores no vieron ni una sola oportunidad de gol en la primera parte. Los suizos sólo estuvieron a punto de adelantarse con un centro de Rubén Vargas (9º), que Dan Ndoye falló por poco. Por otro lado, dos disparos de Kobbie Mainoo (16.º/44.º) fueron bloqueados con extrema necesidad.

El único activo de la ofensiva inglesa era el artista del regate Bukayo Saka, cuyos pases desde la línea exterior del área rival rara vez encontraban un destinatario.

Primer disparo a portería del partido tras el descanso

El primer disparo a una de las dos porterías llegó tras el descanso. Pero el intento del atacante suizo Breel Embolo desde corta distancia en el minuto 51 no causó problemas al portero inglés Pickford.

Sin embargo, esta breve emoción hizo poco para cambiar la tristeza. Ambos equipos siguieron evitando correr riesgos y se limitaron a algunas acciones ofensivas. En todo caso, fueron los suizos quienes probaron suerte.

Y los suizos se vieron recompensados. Después de un centro de Ndoye, Embolo, ex Schalke y Mönchengladbacher, empujó el balón desde cerca.

Este golpe le dio vida a la vida. Los ingleses no tardaron en responder. El primer disparo a portería del equipo inglés de Saka, con la ayuda del poste interior, supuso el empate… y la prórroga.

Allí, el inglés Declan Rice probó por primera vez al portero suizo Yann Sommer con un potente disparo desde lejos (95º). Poco antes del final de la prórroga, el suplente Shaqiri golpeó el aluminio con un tiro de esquina directo (117º). Los suizos mantuvieron la presión, pero no marcaron ningún gol en la prórroga. Los ingleses tuvieron mejores nervios en la tanda de penaltis.



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