Tres Leones vuelven al top 4
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Al éxito con el fútbol retumbante. A pesar de otra mala actuación, Inglaterra todavía puede aspirar a conseguir su primer título importante en el fútbol en 58 años. El equipo del entrenador Gareth Southgate avanzó a las semifinales del Campeonato de Europa con una victoria por 5-3 en los penaltis sobre Suiza. Después de 120 minutos el marcador era 1-1. Ante 46.533 aficionados, el sábado en Düsseldorf, el inglés Bukayo Saka (80.º) igualó la ventaja suiza de Breel Embolo (75.º).
Como en octavos de final contra Eslovaquia (2:1 nV), los Tres Leones evitaron la amenaza de ser eliminados del Campeonato de Europa. El próximo rival del conjunto estrella, considerado uno de los favoritos, el miércoles (21.00 horas) en Dortmund es el ganador del partido entre Holanda y Turquía, que se disputará unas horas más tarde.
Para los suizos, sin embargo, el sueño de un golpe histórico y del primer puesto en la ronda de los últimos cuatro equipos en un Campeonato de Europa se acabó. Después de un buen desempeño en la fase de grupos hasta el momento y de una convincente victoria en octavos de final sobre Italia (2-0), el equipo del entrenador Murat Yakin, formado por numerosos profesionales de la Bundesliga, no tuvo suerte.
En su partido número 100 en el banquillo de Inglaterra, Southgate una vez más se abstuvo de experimentar en la alineación titular, a pesar de las muchas voces críticas sobre su selección de personal casi sin cambios en los últimos partidos mediocres. Pero, para disgusto del príncipe Guillermo, invitado en la tribuna, y de muchos aficionados ingleses, la confianza del entrenador en su equipo habitual tampoco dio frutos. Esta vez el equipo se preocupó más por el control y la velocidad, pero rara vez utilizó su potencial ofensivo. En todos los intentos de desestabilizar la bien organizada defensa contraria, una vez más faltaron ideas y penetración.
Porque los confederados resultaron ser los oponentes, como se esperaba, incómodos. Según el lema de su entrenador Yakin poco antes del inicio del partido: “No nos pasa esto tan a menudo como país pequeño, queremos disfrutarlo”, jugaron relajados. Sin dejarse intimidar por breves períodos de presión de los ingleses, nunca perdieron el orden.
Los aficionados no vieron ni una sola oportunidad convincente de gol en la primera parte. Los suizos sólo estuvieron a punto de adelantarse con un centro de Rubén Vargas (9º), que Dan Ndoye falló por poco. Por otro lado, dos disparos de Kobbie Mainoo (16.º/44.º) fueron bloqueados con extrema necesidad. El único activo de la ofensiva inglesa era el artista del regate Bukayo Saka, cuyos pases desde la línea exterior del área rival rara vez encontraban un destinatario.
El primer disparo a una de las dos porterías llegó tras el descanso. Pero el intento del atacante suizo Breel Embolo desde corta distancia en el minuto 51 no causó problemas al portero inglés Jordan Pickford.
Sin embargo, esta breve emoción hizo poco para cambiar la tristeza. Ambos equipos siguieron evitando correr riesgos y se limitaron a algunas acciones ofensivas. En todo caso, fueron los suizos quienes probaron suerte. Y los suizos se vieron recompensados. Después de un centro de Ndoye, Embolo, ex Schalke y Mönchengladbacher, empujó el balón desde cerca.
Este golpe le dio vida a la vida. Los ingleses no tardaron en responder. El primer disparo a portería del equipo inglés de Saka, con la ayuda del poste interior, supuso el empate… y la prórroga.
Allí, el inglés Declan Rice probó por primera vez al portero suizo Yann Sommer con un potente disparo desde lejos (95º). Poco antes del final de la prórroga, el suplente Xherdan Shaqiri golpeó el aluminio con un tiro de esquina directo (117′). Los suizos mantuvieron la presión, pero no marcaron ningún gol en la prórroga. En la tanda de penaltis, los ingleses tuvieron más valor y convirtieron los cinco intentos. Para los suizos, el jefe de la defensa Manuel Akanji fue el primero en fallar contra Pickford.