«Estoy convencida de que en general las mujeres son más capaces de cuidado y previsión, de una mirada que llega lejos, a sus hijos y nietos, a las generaciones futuras»


CSólo hay una ganadora indiscutible de las elecciones locales de 2024: las mujeres. Por primera vez una mujer se convierte en alcaldesa de Florencia: ella es Sara Funaronieta del alcalde de la inundación Piero Bargellini – «mi abuelo decía que había hecho tantas declaraciones de amor a Florencia que tenía que casarse con ella, y por eso, abuelo, yo también me caso con Florencia» -, una mujer de cualidades administrativas y humanas excepcionales, destinadas también a un futuro nacional.

Mujeres en el poder: no nos vieron venir, nos vieron, ya vamos...

Por primera vez una mujer, Vittoria Ferdinandi, se convierte en alcaldesa de Perugia. En Lecce la leona de la derecha, Adriana Poli Bortone, regresa como alcalde a los 81 años en agosto, derrotando al alcalde saliente. Y luego Avellino, Campobasso, Rovigo, Termini Imerese, Bérgamo, Prato…

Seamos realistas: hasta no hace mucho existía un riesgo al nominar a una mujer. Es decir, se pagó un precio: hubo un porcentaje, aunque pequeño, que podía resultar decisivo, de ciudadanos que no votaron voluntariamente por una mujer. No estaba claro si eran hombres que no confiaban en una mujer o mujeres que no votaban por otra mujer.

Aldo Cazzullo (foto de Carlo Furgeri Gilbert).

Una mujer perdió Bolonia, hasta ese momento y luego todos los demás firmemente anclada a la izquierda. Una mujer, Hillary, perdió la Casa Blanca. Ahora la tendencia se ha revertido. Ser mujer en política ya no es un problema; es una ventaja.

Más allá de sus méritos, para Giorgia Meloni y quizás aún más para Elly Schlein, ser mujer es una ventaja. Habiendo escrito hace unos diez años Las mujeres heredarán la tierra., estoy feliz por eso. Pero no como autor de libros; como ciudadano. Porque estoy convencida de que, en general, las mujeres son más capaces de cuidar -lo que en tiempos de cambio climático y de pandemias es una forma de poder- y de previsión, de una mirada que llega lejos, a los hijos y nietos, a las generaciones futuras.

Entonces llegará seguramente un momento en el que ya no nos fijaremos en si un líder es hombre o mujer, sino en si es honesto o deshonesto, capaz o inepto.. Pero ese momento aún no ha llegado. Antes de las elecciones administrativas, sólo ocho capitales de provincia estaban gobernadas por una mujer. Ahora son dieciséis. De un total de 112.

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