Arold saluda a su amada Orange con la pancarta Vortum desde hace 35 años


Arold Arts de Vortum-Mullem es un apasionado seguidor del equipo holandés desde hace más de 35 años. En cada partido de la selección holandesa de fútbol, ​​él está ahí con su pancarta. El pueblo del Land de Cuijk tiene sólo ochocientos habitantes, pero es conocido en todo el mundo por el mensaje de Arold, en el que se saluda a Orange en nombre de Vortum-Mullem. Y por supuesto también estará presente en esta Eurocopa.

Reconoces entre miles al aficionado de Orange, de 61 años, y su pancarta. El texto ‘Vortum-Mullem’ ocupa un lugar destacado y es visto por millones de aficionados al fútbol en todo el mundo. No es sólo un hobby, es el trabajo de una vida. Debe colgar pancartas en los estadios donde bulle la tensión. Y deben mostrarse en la televisión.

“Realmente quiero tener un lugar detrás de la portería, ahí es donde se obtiene la mejor vista”.

La búsqueda del lugar perfecto para su pancarta es un asunto serio. “Todo comienza con el pedido de las entradas”, afirma. “Tengo muchas ganas de tener un lugar detrás de la portería, porque ahí es donde se tiene la mejor vista. Esa es la primera categoría de los aficionados, y me he asegurado de tener este lugar asegurado durante siete partidos”.

Arold hace un extenso estudio del mismo para ver cuál es el mejor lugar para su lienzo. Ese lugar es fundamental, la diferencia entre la fama eterna o un declive silencioso.

“Desde julio del año pasado veo la Bundesliga (la liga de fútbol alemana, ndr.) en la televisión, con mapas de los diferentes estadios sobre la mesa frente a mí. De esta manera pude averiguar dónde se vería el cartel. Lo mejor es que es muy importante que no haya gente delante de mi pancarta”, continúa. “Hay que analizar con cuidado, no simplemente colgar algo”.

“Mi hobby puede costar dinero.”

Cuando el equipo holandés tiene que jugar, Arold conduce con su amigo a Duisburg, justo al otro lado de la frontera con Alemania. Desde allí, suben juntos al tren, con la pancarta cuidadosamente doblada entre ellos. “Es una manera relajada de viajar”, ​​afirma. “Primero fuimos al partido en Hamburgo, luego a Leipzig, Berlín y luego a Múnich. Y el sábado volvemos a Berlín, donde Holanda se enfrentará a Turquía”.

Desafortunadamente, en Alemania no es posible pasar un mes entero de fiesta sin interrupciones. “A veces también tenemos que trabajar”, ​​afirma. Cuesta mucho dinero tener todas esas entradas en las tribunas en un lugar destacado. “Pero mi hobby puede costar dinero, hay cosas más importantes que el dinero, ¿verdad?”

Arold se alegra muchísimo cuando se juega un buen partido de fútbol, ​​como por ejemplo contra los rumanos, y su mensaje se hace claramente visible. “Eso da satisfacción. Eso es maravilloso, eso es adrenalina”, dice.

Espera con confianza el partido contra Turquía. “Los turcos tienen mucho compromiso, los holandeses también deben demostrarlo. La tecnología es buena de todos modos. Cien por ciento ganaremos”.

Hay menos buenas noticias para su misión. “En Berlín no se permite colgar pancartas en el primer anillo. Son muy estrictos”, afirma. Así que es una decepción. “Si cuelgas algo, inmediatamente vendrán dos azafatas y lo quitarán. Sólo en el segundo anillo se permiten gritos de aliento sobre la lona.

Pero aún hay esperanza. Arold tiene una hermosa bandera roja y blanca con ‘Vortum’. Lo sostiene en alto cuando Holanda marca un gol. “Y luego sólo espero que el camarógrafo nos acerque. Entonces Vortum todavía estará en la imagen”.



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