El 19 de mayo de 2021, delincuentes armados robaron un local en Ámsterdam. La policía persiguió a los perpetradores hasta un prado cerca de Broek, en Waterland. Allí, los agentes dispararon a uno de los ladrones y un perro policía le mordió el brazo, provocándole lesiones y complicaciones médicas.
‘Sólo conductor’
Cuando el Ministerio Público (OM) decidió no procesar a los agentes implicados, el ladrón presentó una denuncia ante el Tribunal de Apelación de Ámsterdam. Afirmó haber sido sólo el conductor y no haber disparado.
El Departamento Nacional de Investigación Criminal siempre investiga los incidentes en los que la policía utiliza armas de fuego y se producen heridos o muertes. Después de este incidente entrevistaron a todos los agentes involucrados. Refirieron que los ladrones les dispararon con armas automáticas, obligándolos a intervenir.
El Ministerio Público concluyó que la actuación policial estaba justificada. El tribunal lo confirmó porque los agentes se enfrentaban a ladrones fuertemente armados y sentían una amenaza directa para ellos mismos, sus compañeros y los residentes locales. El hecho de que más tarde se supiera que el denunciante era sólo el conductor y no había disparado no cambió esta opinión. El uso del perro policía también se ajustaba a los marcos jurídicos aplicables.
Por tanto, el tribunal rechaza la denuncia del ladrón.