Tan diferentes, tan rivales: Pogacar-Vingegaard, el mejor desafío ya (re)comenzó


En San Luca vuelve el duelo que faltaba en el Tour hace un año. Ahora se encuentra en torno a dos variables: la lesión del danés en el País Vasco y el Giro que acaba de ganar el esloveno. El escalador y el corredor completo, los ganadores de las últimas cuatro ediciones del Boucle ya han abierto el concurso de la quinta

El grito de la multitud, un grito impresionante, rebotó desde las curvas de San Luca hasta el corazón de Bolonia, bajo las arcadas, hasta los jardines de Montagnola, diseñados tal como los vemos hoy por Napoleón, a propósito de Francia. La última vez que Tadej Pogacar vistió el maillot amarillo fue el 13 de julio de 2022, en la salida de la etapa de Albertville, la de Granon, cuando Jonas Vingegaard lo derribó. Han pasado casi dos años. Para recuperarla, Pogi esperó hasta estar en el segundo puerto de San Luca, en lo que en pocos años se ha convertido en una subida de culto en el ciclismo. Atacó cuando faltaban setecientos metros para la cima, estaba convencido de que iba a romper la carrera, partió como si le hubieran disparado con una honda. “Quería hacer estallar el escenario”. Pero Jonás le siguió y no perdió ni un metro. Nunca lo soltó, ni siquiera cuesta abajo. Si esto era una prueba, el danés la pasó con gran éxito. “No me sorprendió”, susurró Pogacar bajo los jardines de Napoleón.



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