La policía financiera de Turín ha practicado una incautación preventiva de más de 3,6 millones de euros al antiguo propietario de Egea de Alba (Cuneo), holding de un grupo que opera en los sectores de la energía y el medio ambiente, por comunicaciones corporativas falsas de empresas cotizadas. empresas, en relación con los presupuestos para el periodo 2017-2021. El delito está denunciado ante la alta dirección de Egea y de la filial Egea Commerciale, junto con el de comunicaciones corporativas falsas. La investigación fue coordinada por la Fiscalía de Asti.
Mediante trucos contables, Egea Commerciale habría obtenido, a excepción de 2021, un beneficio operativo, aunque modesto. El beneficio expuesto se distribuyó en forma de dividendos a los accionistas, “incluido el principal sospechoso, propietario directo o indirecto de más del 50% de las acciones de Egea”, es decir, los 3,6 millones de beneficios ahora sujetos a embargo PierPaolo Carini, ex director general de Egea y presidente del consejo de administración desde 2004. Los financieros recogieron información mediante interceptaciones telefónicas y registros en las oficinas del grupo, escuchando a personas informadas de los hechos y examinando los datos recopilados de los sistemas informáticos de la empresa y de las propias bases de datos financieras. Egea Commerciale, según los investigadores, debería haber expuesto “pérdidas muy importantes, que ascienden en total a más de 117 millones”. Esto habría dado lugar a que el patrimonio neto se redujera a cero, lo que de hecho habría sido en gran medida negativo. Por lo tanto, estos terribles resultados operativos deberían haberse reflejado en los estados financieros consolidados del grupo (en los que en 2021 los ingresos operativos mostrados alcanzaron la cantidad récord de aproximadamente mil quinientos millones) y del holding Egea, que en consecuencia debería haberse reflejado en registró pérdidas significativas y una erosión significativa del patrimonio”.
El método utilizado por los sospechosos para alterar los resultados de los estados financieros, según los investigadores, fue “la indicación artificial de ‘ingresos acumulados’ (necesarios para valorizar los ingresos del año, pero aún no facturados) por valores significativamente superiores a los reales”. Esto habría permitido “ocultar las condiciones de desequilibrio patrimonial y económico-financiero”, debido principalmente a “malos márgenes en la venta de electricidad y gas” y a la “venta efectiva de materias primas por debajo del coste”. Una situación que se volvió insostenible cuando aumentó el coste de las materias primas en el mercado. Por tanto, el grupo había recurrido al endeudamiento y al impago de impuestos, incluido el impago del IVA para 2022 por casi 104 millones. Las investigaciones, según subrayó la Fiscalía, “interrumpieron las medidas correctoras presupuestarias ilícitas, induciendo esencialmente el inicio de los procedimientos de recuperación en curso, que no se vieron afectados por las intervenciones ordenadas”.