El Ministerio holandés de Relaciones Exteriores dice que no se ha recibido ninguna solicitud de ayuda del detenido. “Como resultado, no podemos brindar asistencia consular”, dijo un portavoz. Por lo general, significa que el hombre no ha informado a las autoridades holandesas, lo que tampoco es una obligación.
El narcotraficante de 35 años, según medios malteses de ascendencia surinamesa, compareció el domingo ante el juez de instrucción bajo sospecha de contrabando, posesión y tráfico de narcóticos. P. fue registrado el sábado en el aeropuerto cerca de la capital La Valeta después de que aterrizara en un vuelo procedente de Bruselas. Las autoridades de aviación de la isla tenían motivos para revisar al hombre porque se había comportado de manera sospechosa. La inspección aduanera reveló que tenía 130 cápsulas en su cuerpo.
Inicialmente, se verificó si P. llevaba droga en el cuerpo o escondida en la ropa, pero luego de que no se encontró nada y se lo examinó más de cerca, admitió que llevaba cocaína en el estómago. Resultó ser alrededor de un kilo, lo cual es un gran riesgo para la salud, porque pudo haber muerto con una pequeña rotura de un balón. P. está encarcelado por el momento.