El campeón deja Londres para viajar a Alemania a apoyar a su selección en el partido contra Dinamarca, decisivo para la fase de grupos
Por la mañana, Novak Djokovic estaba en Londres, sobre los verdes prados de Wimbledon, para intentar comprender si su misión imposible podía volverse factible: jugar el Slam inglés 20 días después de una operación de rodilla. Unas horas más tarde, el número dos del mundo vuela a Múnich para animar a Serbia en el partido decisivo contra Dinamarca. De hecho, Nole está animando desde las gradas.
TIFOSO
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Durante la fase de calentamiento, Djokovic estuvo al margen para animar a los jugadores serbios: abrazos con algunos de ellos, entre ellos el jugador de la Juventus Vlahovic. Después de algunas fotos con la afición, se traslada a las gradas. Camiseta de Serbia y mano en el corazón para el himno. Ahora la cuestión de Wimbledon sigue en pie: «No vine aquí para jugar un par de rondas. Sólo jugaré si realmente sé que puedo ser competitivo», dice el ex número uno del mundo. Así que sólo queda esperar.