En el Mundial femenino de 2023, Luis Rubiales provocó incomprensión con un beso. Tendrá que ser juzgado en febrero del próximo año.
Unos meses antes del inicio del juicio contra el ex dirigente del fútbol español Luis Rubiales, el máximo tribunal del país confirmó la sentencia de que un beso forzado constituye agresión sexual. Era evidente que «el contacto fugaz de un beso no consentido» constituía una agresión física a la víctima, afirmó el martes el tribunal.
Continuó diciendo que el acuerdo es crucial en tales situaciones. «Si no es así, fue una agresión sexual». Un tribunal andaluz condenó previamente a un policía a un año y nueve meses de prisión después de besar a una mujer bajo custodia.
Un comportamiento similar del expresidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Rubiales, fue noticia mundial. El pasado mes de agosto, después de que la selección española femenina ganara el Mundial, sujetó con ambas manos la cabeza de la jugadora Jennifer Hermoso durante la entrega de premios y la besó en la boca.
Su caso se verá en un tribunal de Madrid, la capital de España, en febrero de 2025. La fiscalía acusa a Rubiales de agresión sexual y exige dos años y medio de prisión. También solicita un año y medio más de prisión porque el funcionario de entonces presionó a la jugadora tras el incidente.
Rubiales había retratado el incidente como un «beso consentido», pero Hermoso lo había rechazado. Su comportamiento causó indignación tanto en España como en el extranjero y finalmente obligó a Rubiales a dimitir.