Con un ajuste relativamente simple del impuesto a la energía, el gobierno entrante puede garantizar que los hogares emitan significativamente menos dióxido de carbono (CO2) emisiones y reducir los costes energéticos para nueve de cada diez hogares. Así se desprende de los cálculos modelo publicados el lunes y realizados por la agencia de investigación independiente Kalavasta, encargada por Milieudefensie. Si la próxima coalición corrige los nuevos planes publicados el mes pasado acuerdo fuera de lugar (es decir, sin el plan alternativo de Milieudefensie), entonces los hogares emitirán más CO según el mismo modelo de cálculo.2 emitir ahora.
‘Ganar ganar’
La próxima coalición PVV, VVD, NSC y BBB quiere alcanzar el objetivo europeo de que en 2030 los Países Bajos emitan un 55 por ciento menos de gases de efecto invernadero que en 1990 y aumentar la seguridad social. Por lo tanto, el plan fiscal para las energías alternativas es un “clásico en el que todos ganan”, opinan en Milieudefensie, porque su plan también reduce los costes energéticos para los hogares. “No puedo imaginar que el nuevo gabinete no adopte nuestro plan fiscal sobre la energía”, afirma el director de Milieudefensie, Donald Pols. Pero no todos los expertos están completamente convencidos de este plan alternativo.
¿Cuál es el plan para el impuesto a las energías alternativas en Milieudefensie y Kalavasta? “Las casas ahora pagan impuestos por el consumo total de energía”, afirma Pols. “En el plan alternativo hay una cantidad de energía, un límite, por debajo del cual los hogares no tienen que pagar el impuesto sobre la energía”. Ese límite es de 500 metros cúbicos de gas y 1.500 kWh de electricidad. Por encima de esto, la carga energética aumenta paso a paso con el consumo de energía. Según Milieu Centraal, un hogar holandés utiliza una media de 1.169 metros cúbicos de gas al año. “Alguien que consume una cantidad superior a la media paga impuestos relativamente altos”. Por ejemplo, alguien con un consumo anual de gas superior a 2.000 metros cúbicos pagaría 7,66 euros por metro cúbico de impuestos. Eso es bastante impuesto.
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Milieudefensie y Kalavasta investigaron este plan alternativo, que creen que puede introducirse el 1 de enero, porque según los cálculos del modelo, se espera que los hogares produzcan más CO2 emitirán bajo el nuevo acuerdo de líneas principales que ahora
Caldera
El modelo, desarrollado hace un año por Kalavasta, pagado por Milieudefensie y de uso gratuito para todos, calcula lo que significa la política para las emisiones y los costos de los hogares. Los modeladores examinaron en primer lugar la política contenida en el nuevo acuerdo marco. Calcularon lo que significa para los hogares reducir el impuesto energético sobre el gas. Al igual que eliminar la obligación de sustituir una caldera de calefacción central que debe sustituirse por una alternativa más sostenible de aquí a 2026. Los cálculos muestran que todos los hogares, pero especialmente los de mayores ingresos, producen más CO2 emitirán como resultado de estas medidas. Los hogares más ricos emiten un 22 por ciento más, según el modelo.
Por eso se necesitan políticas alternativas para alcanzar el objetivo climático de 2030, dicen Milieudefensie y Kalavasta. Cuando los modeladores de Kalavasta utilizaron el mismo modelo para calcular lo que significaría el impuesto a las energías alternativas para el CO2 emisiones de los hogares, concluyeron que esto sería 5,4 megatoneladas por año menos en 2030 que con el acuerdo de líneas principales. Esto equivale al desperdicio anual de 277.000 hogares. Los hogares se verían motivados a utilizar menos gas por el impuesto extremadamente caro para muchos usuarios y las tarifas extremadamente baratas para los hogares económicos.
Además, según los resultados del modelo, el noventa por ciento de los hogares pagarán menos por su energía que si se implementaran los planes del acuerdo de líneas principales. El veinte por ciento de ingresos más bajos pagan una media de doscientos euros menos al año por su energía. Sólo el diez por ciento más rico paga más: de media unos cuatrocientos euros al año. Los costos para el gobierno siguen siendo más o menos los mismos, dijeron los investigadores.
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Importancia del aislamiento
“Interesante estudio”, responde Robert Harmsen, investigador de política energética de la Universidad de Utrecht y que no participó en el estudio. Pero sí ve deficiencias en los cálculos. “Los investigadores utilizan cifras promedio para los grupos de ingresos, lo que pierde matices que son importantes para las políticas”.
Además, el estudio ahora publicado supone que el uso de energía y los ingresos están estrechamente relacionados, afirma Harmsen. “Investigaciones anteriores de TNO demostraron que el consumo de energía depende más de la calidad de la casa, por ejemplo de si está bien aislada”. Según Harmsen, una deficiencia importante del plan de impuestos energético propuesto es que, en realidad, puede resultar costoso para algunos hogares de bajos ingresos. “Cuando alquilan una casa de mala calidad con un propietario que toma pocas medidas para hacerla más sostenible, estos hogares se ven obligados a seguir consumiendo mucha energía y terminan en la categoría impositiva alta. Entonces pagan muchísimo. Lo contrario se aplica a los hogares con ingresos elevados y una casa bien aislada. Entonces pagan pocos o ningún impuesto”.
¿Cuál es, según Harmsen, una buena solución? “Om y CO2 Para reducir la pobreza energética y abordarla, es más inteligente priorizar el aislamiento posterior de las viviendas de los hogares que se encuentran alrededor y por debajo del umbral de pobreza energética. De esta manera también obtienen una factura de energía baja”.