Nadal más fuerte que el dolor: "Me costaba dormir y entrenar, pero quejarme no sirve de nada"

Rafa, aclamado por el público de la Caja Mágica, relata las duras semanas tras la fractura de su costilla: «Me recuperé de la lesión, pero el nivel de juego es otra cosa…»

Exaltado como una deidad. Perseguido por la multitud incluso cuando se dirige al estacionamiento. Rafa Nadal, en Madrid, está constantemente rodeado de su gente, feliz de volver a verlo cuando parecía que este año, en la Caja Mágica, no se presentaría con el problema en la costilla que le reparó Indian Wells. porque si es cierto que Carlos Alcaraz está inflamando a la afición de España, también es cierto que Rafa es Rafa, y no hay duda. “Me he recuperado de mi lesión -explicaba la campeona de 21 Grand Slam, la última en Melbourne este año-, pero la preparación y el nivel de juego son otra historia. Quien ha tenido que lidiar con una costilla fracturada sabe hasta qué punto este problema. te limita. En las primeras semanas también me costaba dormir y respirar por el dolor. No es una lesión que requiera largos tiempos de recuperación, pero no te permite hacer casi nada”.

Corre por París

Unos cuantos entrenamientos, un poco de gimnasio: «Volví a entrenar hace dos semanas, pero no hacía más de media hora seguida. Fue un momento difícil pero siempre pensé que estar ahí envuelto en negatividad y quejarme nunca fue ayudado. Intentaré dar lo mejor de mí sabiendo que Roland Garros está a 3 semanas». Rafa también tuvo la oportunidad de comentar sobre la exclusión de los jugadores rusos y bielorrusos del torneo de Wimbledon: «Creo que es injusto para ellos. Lo que está pasando no es culpa de ellos y lo siento. Veremos qué pasa en las próximas semanas». y si los jugadores tomarán una posición». Con su habitual elegancia, pues, Nadal ha redimensionado la situación: «Yo digo sin embargo que lo que está pasando en nuestro deporte es irrelevante ante tanta gente que muere y sufre».

Comportamiento en la cancha

También se le pidió a Nadal un comentario sobre las últimas intemperancias de algunos compañeros en el campo, incluidas raquetas rotas, ataques a los árbitros y momentos de locura: «Todos los jugadores son diferentes, pero ciertamente hay algunos límites que nunca deben superarse». «A veces se pone en riesgo la seguridad de los recogepelotas y en mi opinión es inaceptable. Creo que no ha habido suficientes castigos dado lo que ha pasado en estos primeros cuatro meses, pero hace unas semanas la ATP envió una carta a todos los jugadores, informándonos que otros comportamientos similares serán sancionados severamente. Creo que es la elección correcta. Entiendo la frustración durante un partido, pero ahora habrá sanciones más severas».



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