La historia clínica electrónica 2.0, una de las grandes apuestas por la asistencia sanitaria digital junto a la telemedicina puesta en marcha por el Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia, que ha invertido 1.300 millones en ella, tras años de inactividad desde su primer lanzamiento allá por 2012, cuenta con la garantía del Gobierno. – finalmente turboalimentado y ya dentro de este año los ciudadanos italianos podrán tener disponible un paquete de cuatro servicios básicos: consulta de documentos, reserva de servicios, elección y revocación del médico de familia y pago de servicios a través de la plataforma Pago PA o App IO . Mientras que un “panel de control” accesible para todos en el sitio web del Departamento de Transformación Digital ofrecerá una descripción detallada del uso del FSE por parte de los usuarios y profesionales del NHS.
El anuncio de Butti y Gemmato
El anuncio lo hicieron el subsecretario de la Presidencia del Consejo de Innovación, Alessio Butti, y el subsecretario de Salud, Marcello Gemmato, con las correspondientes promesas de acercar a las regiones que aún luchan por ponerse al día con respecto a las diecisiete que ya están en marcha. ¿Quién presentó en Roma también el nuevo logo del FSE 2.0, para subrayar el cambio de ritmo que – prometen – en 2026, tras la expiración del Pnrr, coronará a Italia “como el primer país de Europa en crear un nuevo medio para la asistencia sanitaria italiana, equipado de una Historia Personal de Salud completa”, advirtió Butti. Traducido: un ‘contenedor’ disponible y accesible para todos los ciudadanos de Italia, un depósito de información sanitaria crucial, como cartas de alta hospitalaria, informes de urgencias, informes de laboratorio y recetas electrónicas. Con plena protección de la privacidad, mientras que a finales de este año debería despegar el portal nacional del FSE que, integrado con los de las Regiones, “representará el punto de acceso unificado a los FSE regionales, simplificando la consulta de la información sanitaria por parte de ciudadanos y operadores. de todo el país”, anunció Butti.
Adaptación de software
Decisivo para el cambio de ritmo de una herramienta como la historia clínica electrónica, inactiva hasta hace dos años y reflejo de las diferentes velocidades a las que viaja nuestra asistencia sanitaria local, el sprint en la adaptación tecnológica del software que produce los documentos que alimentan del FSE y que necesariamente deben ser comunicantes (en la jerga ‘interoperable’): si en junio de 2023 sólo se habían actualizado el 23% de las instalaciones, hoy la cifra ha crecido hasta el 50% y la perspectiva es que entre junio y julio de este año todas las Regiones se adaptan a los objetivos marcados en el primer paso del Pnrr. En detalle, la fotografía tras la acción de apoyo del Departamento de Transformación Digital certifica a más de mil hospitales, autoridades sanitarias locales y otras estructuras locales -51% públicas y 49% privadas- involucradas a partir de 2023 en la adaptación de software a los nuevos estándares nacionales de el FSE 2.0, mientras que “otros miles” parecen estar en proceso de ser reclutados.
¿Cuánto se utiliza la historia clínica electrónica?
Pero la implantación y utilización de la historia clínica es también una cuestión de “cultura”, tanto para los ciudadanos como para los médicos y otros profesionales – 666.000 necesitan ser formados según el Pnrr – y para las empresas sanitarias. Y aquí estamos en el trabajo, como muestran los últimos datos (mayo de 2024) del Observatorio de Salud Digital de la Escuela de Gestión del Politécnico de Milán: en el último año han accedido el 35% de los médicos especialistas y el 48% de los familiares. el ESF, considerado una herramienta útil porque reduce el tiempo de recuperación de información, simplifica la lectura de los documentos intercambiados, proporciona información crítica para el manejo de pacientes en situaciones de emergencia y permite decisiones más personalizadas basadas en toda la historia clínica del paciente. Aunque la disponibilidad de información sobre el FSE sigue siendo limitada, entretanto el número de ciudadanos que han accedido a ella ha aumentado del 35% al 41% en un año. Sin embargo, como se desprende del informe del Observatorio, sigue habiendo un porcentaje elevado de estructuras que no alimentan al FSE con los datos recogidos o que a menudo cargan los datos en un formato no estructurado.
Supervisión
Estas son las principales cuestiones críticas que aún están abiertas y que es necesario abordar para planificar el nuevo Ecosistema de Datos de Salud (EDS) para 2024, la “arquitectura federada” entre administraciones centrales, Regiones y empresas sanitarias, necesaria para gestionar datos estandarizados. a nivel nacional, accesible tanto para los médicos – que eventualmente también podrán utilizar algoritmos de inteligencia artificial – como para las Regiones, que podrán diseñar campañas de prevención basadas en datos “en tiempo real” de sus pacientes, anonimizados para proteger la privacidad. . “Big data” estandarizado, también de gran utilidad para instituciones de investigación científica.